Las fricciones al interior de una alianza y su correlato en las provincias aumentan a medida que se acercan las elecciones. En cada distrito, con relaciones de fuerza particulares, no siempre hay coincidencia con los cierres de nivel nacional. Y Juntos por el Cambio experimenta esas reacciones en algunos distritos, donde crece la tensión entre la UCR y el PRO.
Mendoza: el PRO sondea romper con UCR y jugar por fuera en 2023
Encuestadores miden a diputado nacional Omar De Marchi contra delfines de Suarez y Cornejo. Tensa relación entre socios, aparente debilidad del PJ y baja instalación de intendentes radicales alimentan estrategia rupturista.

Referencia. De Marchi tiene lazos nacionales con Horacio Rodríguez Larreta, quien negó días atrás que el diputado nacional esté pensando en ir por fuera de JxC, si bien el PRO mandó a medir la estrategia.
Si bien no sería novedad que no lograra conformarse JxC en ciertas provincias -como ocurrió en 2021 en La Rioja, San Luis o Neuquén, o el caso más resonante de Córdoba en 2019-, ahora la amenaza asoma, por primera vez, en un distrito que es gobernado por esa fuerza, como Mendoza.
En rigor, encuestadores ya recorren la provincia para sondear cuánto mediría el diputado nacional Omar De Marchi, del PRO, en una eventual excursión electoral contra sus socios radicales, con quienes tiene una relación tirante. La UCR, que gobierna Mendoza desde 2015, primero con Alfredo Cornejo y desde 2019 con Rodolfo Suarez, tendrá que lidiar en 2023 contra las trabas constitucionales que impiden la reelección del gobernador. Y sin figuras fuertes por fuera del tándem Cornejo-Suarez, podría obligar al primero a retornar, acaso a su pesar, a pelear en la liga local.
Esa lógica, sumada a la debilidad del peronismo en la provincia -que intenta reconstruirse y sintetizar las líneas ortodoxas y kirchnerista, tras un magro 26% en 2021- alimenta el entusiasmo de De Marchi, exintendente de Luján de Cuyo, de ir por la gobernación. Creen en su entorno que vencería en una interna a cualquiera de los postulantes radicales menos instalados: Ulpiano Suarez (intendente capitalino y sobrino del gobernador), Tadeo García Zalazar (sucesor de Cornejo en la intendencia de Godoy Cruz y presidente de la UCR provincial) o Daniel Orozco (intendente de Las Heras).
Hoy, con siete legisladores propios, el PRO le trae dolores de cabeza a Suarez cuando quiere impulsar leyes. El caso más reciente, el bloqueo amarillo al tratamiento exprés de la reforma de la Corte, que obligó al Gobierno a recalcular: se terminó tratando un proyecto de consenso presentado por los propios jueces.
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El rumor de la posible salida de De Marchi se instaló en Mendoza, si bien él lo niega de forma rotunda. Inclusive, un medio provincial deslizó la pregunta a Horacio Rodríguez Larreta, la referencia nacional del diputado. “Yo no he escuchado que De Marchi esté pensando en ir por afuera”, dijo el jefe de gobierno porteño días atrás, según consignó El Sol.
Sin embargo, desde el PRO nacional no dejan de hacer mediciones, y creen que De Marchi podría atraer a sectores del PJ, en especial aquellos que cuentan con poder territorial y necesitan mantener sus intendencias en medio del avance radical. Hoy el PJ solo manda en San Rafael, Maipú, Lavalle, Santa Rosa, La Paz y Tunuyán. Esos distritos podrían ir desdoblados de la elección provincial, que a su vez será desdoblada de la nacional, como anunció Suarez desde una gira en Brasil hace dos semanas. La búsqueda del PRO de una pata peronista tiene antecedentes en Tucumán, San Luis, La Rioja, Salta, entre otras provincias.
Asimismo, el PRO espera atraer a los desencantados de Cambia Mendoza que ya habían salido de la alianza, como el Partido Demócrata o CC-Ari. O los aliados “out of context” de ese frente amplio -mayor a JxC nacional- que se forjó en Mendoza: el Frente Renovador, Libres del Sur o el Partido Socialista.
En las otras provincias donde gobierna la UCR, Jujuy y Corrientes, seguirán vigentes los términos y condiciones, con sumisión a los liderazgos de Gerardo Morales y Gustavo Valdés, respectivamente, aunque en el caso correntino recién en 2025 se pone en juego la gobernación.
Además, desde el sello amarillo analizan estrategias en otras provincias, como en Chubut, San Luis o Córdoba, donde aguardan movimientos y resultados de los sondeos.
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