15 de octubre 2025 - 10:00

El diamante en bruto que ganó millones con su talento y los perdió por inexperiencia: la historia de Oksana Baiul

Saltó a la fama internacional siendo apenas una adolescente, y se convirtió en un símbolo del patinaje artístico de Ucrania.

La patinadora ucraniana que ganó millones y perdió todo rápidamente.

La patinadora ucraniana que ganó millones y perdió todo rápidamente.

Créditos: Denise Truscello/WireImage

Oksana Baiul, después de una infancia difícil, supo canalizar sus emociones y talento en el hielo hasta coronarse campeona olímpica en Lillehammer 1994. Su arte, su presencia sobre la pista y su condición de joven promesa la hicieron ganar una fortuna de millones y a su vez, la proyectaron como una estrella global del deporte.

Sin embargo, detrás del brillo de los títulos y el reconocimiento hubo una historia menos contada: la de una deportista que, sin una guía sólida en temas financieros ni legales, enfrentó contratos desfavorables, deudas crecientes y decisiones que terminaron erosionando gran parte de la fortuna que había acumulado en sus años de gloria.

Oksana Baiul
La patinadora ucraniana ganó millones por su talento, pero los perdió después de malas decisiones y contratos fallidos.

La patinadora ucraniana ganó millones por su talento, pero los perdió después de malas decisiones y contratos fallidos.

Millones de manera repentina: el camino de Oksana Baiul hasta la cima

El ascenso de Baiul fue meteórico. Con apenas 15 años ganó el campeonato mundial de patinaje artístico en 1993, y al año siguiente, en los Juegos Olímpicos de Lillehammer (1994), se coronó con la medalla de oro representando a Ucrania, con un programa que quedó grabado por su elegancia y emoción.

Tras ese logro, abandonó la competición amateur para dedicarse a espectáculos de hielo, giras artísticas, contratos televisivos, presentaciones y apariciones que le aseguraron ingresos extraordinarios.

Se estima que en su mejor momento su patrimonio rondaba los 2 millones de dólares según Celebrity Net Worth, aunque esa cifra refleja lo que le quedó luego de muchas pérdidas y litigios. Baiul firmó con la agencia William Morris Endeavor poco después de sus victorias olímpicas para explotar su imagen en Estados Unidos, lo que le generó oportunidades comerciales que pocos patinadores logran conseguir.

Malos manejos y grandes deudas: el presente de la expatinadora

Pese a sus éxitos, Baiul enfrentó numerosos problemas financieros que la llevaron a declarar públicamente que “hizo todo el dinero del mundo y lo perdió todo”. Una de las causas fue su falta de dominio del idioma inglés, lo que permitió que algunos contratos negociados en sus primeros años la desfavorecieran.

También emprendió demandas contra sus antiguos representantes y agentes por mal manejo de ingresos o retención de royalties, aunque muchas de esas acciones judiciales fueron desestimadas por cuestiones procesales.

En los últimos tiempos, el viraje más dramático fue la decisión de poner en venta su mansión en Shreveport, Luisiana, valuada en casi 1,2 millones de dólares, y trasladarse nuevamente a Las Vegas para buscar nuevas oportunidades. Ella misma publicó en redes que no podía “ganarse la vida en Shreveport” y que sus planes de abrir una escuela de patinaje no se materializaron.

Además, atraviesa un proceso de divorcio del empresario Carlo Farina, con quien tiene una hija, lo que añade presión personal a su situación financiera. Hoy, Baiul colabora en programas de patinaje dentro de la organización Vegas Golden Knights, en busca de reconstruir su camino profesional desde un lugar más estable.

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