CloverLife, una startup de bioingeniería enfocada en desarrollar soluciones cardiovasculares innovadoras, recibió un aporte de capital de u$s900.000 por parte de CITES, el fondo de venture capital del Grupo Sancor Seguros. En la operación también participó la Fundación Barceló, a través de su incubadora Incubando Salud.
- ámbito
- Negocios
- Emprendedores
Emprendedores: una startup creada por dos médicos argentinos desarrolló una válvula cardíaca única en el mundo
CloverLife recibió un aporte de capital de u$s900.000 por parte del fondo de venture capital del Grupo Sancor Seguros. Y ya prevén otra inversión de u$s1,5 millones para avanzar en la etapa de ensayos clínicos en humanos.
-
Startup fundada por un emprendedor argentino lanzó el primer chat de inteligencia artificial para la industria de la música
-
Los emprendedores argentinos siguen creciendo: en cuatro años levantaron más de u$s2.500 millones de capital privado

Diego Cheja y Osvaldo Amerio, socios fundadores de la startup CloverLife.
Con este aporte, la compañía podrá avanzar en la validación internacional de su producto estrella: una válvula mecánica de nueva generación, que promete mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades cardíacas.
La startup ya había recibido una inversión por parte de CITES por u$s750.000 en 2020, que le había permitido en esa etapa inicial tramitar patentes, fabricar prototipos y validarlos en un laboratorio acreditado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
El proyecto ya cuenta con cinco patentes en Estados Unidos y Europa, lo que refuerza su potencial global y protege su carácter innovador. A futuro, el equipo proyecta una nueva ronda de financiamiento de u$s1,5 millones para completar el camino regulatorio y avanzar hacia la siguiente fase de ensayos clínicos en humanos.
Si bien CloverLife se inició como empresa hace algo más de cinco años, el desarrollo científico había sido iniciado mucho antes y había pasado por varias etapas previas.
El diseño de la válvula cardíaca de nueva generación fue desarrollado por Osvaldo Amerio, un médico platense afincado desde hace más de 30 años en Misiones.
Desde allí, el médico armó un equipo de trabajo con colegas de la provincia para diseñar estas válvulas cardíacas que buscan sintetizan las bondades de los modelos biológicos y mecánicos actuales.
También fortaleció el equipo con profesionales de diferentes áreas del conocimiento que permitieron un abordaje multidisciplinario del proyecto. Esto tuvo un punto de inflexión cuando Amerio se asoció con Diego Cheja, un médico de la Universidad Nacional de Buenos Aires que combinaba la tarea científica con sus habilidades emprendedoras que lo habían llevado a obtener un MBA de la Universidad Austral.
El contacto entre Amerio y Cheja se produjo en los espacios de Incubando Salud, la incubadora de proyectos en salud impulsada por la Fundación Barceló.
La entidad se dedica a vincular el mundo de la ciencia y las ideas con el sector empresario, para lograr una sinergia que brinde soluciones a necesidades reales de la comunidad, mejorando la calidad de vida y contribuyendo al crecimiento del sistema productivo.
En ese marco se armó la startup que le dio nuevo impulso al proyecto Clover, que creció y logró patentar el prototipo en los Estados Unidos.
Un diseño argentino que innova el universo de la cardiocirugía
El dispositivo desarrollado por CloverLife busca combinar las fortalezas de las válvulas mecánicas y biológicas, eliminando sus principales desventajas.
Según explicó el propio Amerio, las válvulas biológicas evitan la necesidad de anticoagulantes, pero se desgastan en 8 a 10 años. Las mecánicas son más duraderas, pero exigen medicación de por vida.
En cambio, la válvula Clover propone una solución duradera y sin necesidad de anticoagulación, reduciendo la probabilidad de reoperaciones.
Además destacó que este mecanismo introduce un diseño trivalvo rígido, que busca imitar el flujo hemodinámico natural de las válvulas cardíacas, ofreciendo un rendimiento más similar a una válvula nativa.
Esta innovación representa una de las propuestas más disruptivas en el campo de la cirugía cardíaca de los últimos 40 años, donde solo se habían visto mejoras incrementales, remarcaron los médicos involucrados en el proyecto.
La inversión de capital le permitirá realizar pruebas preclínicas en modelos ovinos en Francia, un paso clave antes de iniciar estudios clínicos en humanos.
“Creemos que la articulación entre ciencia, innovación y salud es clave para generar tecnologías transformadoras. Este nuevo apoyo nos acerca a transformar una idea nacida en Argentina en una solución con impacto global”, expresó Nicolás Tognalli, Founder y Managing Partner de CITES.
Por su parte, Axel Barceló, rector de la Fundación Barceló y fundador de Incubando Salud, destacó que “estas acciones con CITES son parte del compromiso institucional con una educación centrada en la excelencia académica, la innovación y la vinculación con el sistema científico-productivo, que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas a través de soluciones innovadoras”.
- Temas
- Emprendedores
- Startup
Dejá tu comentario