Ben Francis construyó la marca de ropa deportiva Gymshark desde un emprendimiento en su casa a un negocio valuado en 1.450 millones de dólares. El fisicoculturista creó diseños que permitan lucir sus músculos y los viralizó por sus conocimientos de las redes sociales y sus participaciones con influencer de TikTok e Instagram.
La historia de Ben Francis, el adolescente fisicoculturista que cosía su propia ropa y hoy gana millones gracias a su marca de prendas deportivas
El joven emprendedor inglés vio una oportunidad en el mercado de indumentaria para fisicoculturistas y viralizó su marca entre influencers de su categoría.
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El inglés consiguió millones de ganancias al publicitar con pequeños influencers.
El valor de su negocio se tasó en 2020, cuando el emprendedor vendió el 21% de su compañía al capital de riesgo General Atlantic. En el siguiente año, sus ingresos netos se duplicaron a 68 millones de dólares y sus ingresos totales registraron la cantidad de 608 millones, lo que significó un incremento del 78%.
El progreso de Gymshark convirtió a Francis en un multimillonario. La revista Forbes calculó el valor del 70% de sus participaciones en 1.200 millones de dólares. Esta cantidad convierte a al fisicoculturista de 30 años en una de las personas más jóvenes que estuvo en la lista de multimillonarios del mundo durante el año pasado.
La historia de Ben Francis, de fisicoculturista a multimillonario
El sueño de la infancia del inglés era convertirse en futbolista pero no contaba con el talento necesario. A los 17 años comenzó a ir al gimnasio y a tomar clases de informáticas. Estas dos actividades las combinó para hacer una de las primeras aplicaciones de entrenamiento en 2011. Francis indicó que su desarrollo fue un éxito en Reino Unido pero no había mucha competencia en aquellos años.
A sus 18 años ingresó a la Universidad de Aston en la ciudad de Birmingham y repartía pizzas por las noches para reunir un poco de dinero extra. El poco tiempo libre que tenía se la pasaba en el gimnasio. Su sueldo de 8 dólares por hora no le contentaba y se unió a su amigo Lewis Morgan para vender suplementos deportivos por internet. Así fundaron la web Gymshark para revender los productos que compraban al por mayor.
Poco tiempo después se inspiraron en su dificultad para encontrar ropa que le permitan lucir sus músculos. Ambos invirtieron en máquinas de coser, telas y una impresora serigráfica para comenzar su pequeña producción textil en la cochera de los padres de Francis.
Los ingleses vieron que el mercado de la ropa para culturistas no estaba explotado por los mercados y Francis intentó contactarse con todos los canales de YouTube a los que seguía. Esto le dio alcance en redes sociales. Su primera gran oportunidad llegó cuando alquiló un stand en el certamen BodyPower en 2018, la mayor exposición de culturismo en Europa.
Su esfuerzo para ingresar al torneo se transformó en una venta casi total el stock que llevó. Gymshark continuó contactándose con influencers de la halterofilia y le regalaba ropas para que la expongan en sus redes. Esto aumentó las ventas a 45 mil dólares por día. Estas ganancias fueron reinvertidas en campañas de marketing con pequeños creadores de contenido pero que tenían un público fiel a sus cuentas. Francis le enviaba 500 dólares al mes para que ellos muestren su ropa en sus videos.
Sus ventas incrementaron un 68% cada año desde 2018. Francis ingresó en la lista de las 30 menos de 30 años más ricos de Europa y abrió pequeños locales por el mundo con ropa exclusiva en cada uno de ellos. La compra del 21% de las acciones de Gymshark por parte de General Atlantic fue en agosto de 2020, un año después de que el negocio inglés alcance los 214 millones de dólares en ingresos brutos.
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