El proceso de cramdown de Vicentin entró en su fase decisiva. Tras cinco años de default y un concurso que se convirtió en el más grande de la historia privada argentina, el juez concursal Fabián Lorenzini, quien abrió el período de concurrencia (con fecha límite al 31 de octubre). De este modo, casi 400 acreedores, que suman el 50% del capital, ya manifestaron su voluntad de adhesión a alguna de las propuestas de pago presentadas por Grassi S.A., la corredora de cereales rosarina.
Vicentin: Grassi S.A. suma adhesión de acreedores en la oferta del cramdown
El plan del grupo rosarino busca continuidad operativa, premiar con mejores recuperos a quienes aporten granos y evitar la quiebra.
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Vicentin, en etapa de definiciones.
"El desafío principal era mantener la empresa en marcha y que todos los trabajadores puedan conservar sus fuentes de trabajo", sostuvo Lucas Arriola, director de Grassi.
En la compleja etapa en que atraviesa Vicentin —la cerealera concursada desde febrero de 2020 con deudas por de u$s1.500 millones— desde Grassi aseguraron que desde que se habilitó el proceso, ya obtuvo 380 votos afirmativos, lo que representa “casi un 50 % del capital”.
Según explicó, la adhesión a su oferta ha sido “masiva” y valoró el respaldo como un impulso para su proyecto. Para que su propuesta prospere y Vicentin evite una liquidación de activos, debe lograr dos condiciones ante los 1.600 acreedores de la empresa: 800 adhesiones y el apoyo de dos tercios del capital total.
La propuesta de Grassi S.A. por Vicentin
Según Arriola, "el desafío principal era mantener la empresa en marcha y lograr que todos los trabajadores conserven sus fuentes de trabajo".
Habló también de la intención de “reescribir la historia” de la empresa, implicando un cambio profundo o una recuperación. Grassi S.A. está avanzando en un proceso de reorganización o rescate, con énfasis en el aspecto humano (empleo) además del procedimiento empresarial.
La situación de Vicentin y el "cramdown"
Hasta ahora, según fuentes judiciales, no hay otras ofertas formales, aunque empresas como Molinos Agro, LDC, Bunge o la Unión Agrícola de Avellaneda están habilitadas para presentarse.
Grassi S.A. planteó un plan de compensaciones diferenciado según el acreedor, en el que todos los créditos serían convertidos a dólares al tipo de cambio vigente el 10 de febrero de 2020 ($60,78 por unidad).
También adelantó que, de lograr el control, buscará relanzar las operaciones industriales mediante acuerdos estratégicos: por ejemplo, ya existe un convenio con Cargill para que esta empresa se encargue del negocio de crushing y exportación.
En cuanto al plan operativo, Grassi indicó que su proyecto contempla tres etapas: origen (compra de soja), industrialización (procesamiento) y mercado internacional. Aseguró que dicho esquema —que, dijo, trabajaban desde antes del concurso— permitirá un despegue ordenado de Vicentin.




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