Las organizaciones asignan un valor estratégico a la comunicación ya que, toda vez que han comunicado de manera efectiva las características o atributos que hacen a su identidad, han experimentado una actitud favorable de los públicos de interés y, por ende, fortalecido su imagen.
Comunicación integrada
La correcta administración de los recursos asegura una comunicación integrada y eficaz y contribuye al fortalecimiento de la imagen, principal activo de la organización.
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La comunicación puede perder efectividad cuando es “desintegrada”, es decir cuando se distribuye en diferentes sectores específicos de acción.
Sin embargo, la comunicación puede perder efectividad cuando es “desintegrada”, es decir cuando se distribuye en diferentes sectores específicos de acción.
Paul Capriotti, en su libro La Imagen de Empresa dice que cuando el área de marketing y publicidad se encarga de la comunicación de producto, el área de Relaciones Públicas de la comunicación institucional, el área de recursos humanos de la comunicación interna y las empresas de diseño gráfico de la comunicación visual, ocurre que -con tímidos contactos y grandes recelos- cada área realiza ‘su’ campaña.
En algunas corporaciones hay también especialistas en comunicación financiera, digital o sustentable, entre otros. La especificidad de algunas áreas requiere la intervención de profesionales de las mismas, quienes -al momento de comunicar- deben subordinarse a los planes que en ésta materia tiene la organización.
Imaginemos diversos escenarios en los que pueda verse involucrada una institución, como ser: fusión; adquisición; concurso preventivo de acreedores, reorganización interna; toma de planta; huelga; etc. En todos estos casos la comunicación para los empleados, sindicatos, clientes, proveedores, prensa, gobierno, accionistas, bancos y bolsa, debe responder a un mensaje clave y ser emitida en un orden y lapso preestablecido.
Lo mismo ocurre en los “tiempos de paz” donde los escenarios pueden ser otros: lanzamientos de productos; inversiones; cambios de identidad visual; cambios organizacionales; campañas publicitarias; etc.
Tanto en uno como en otro caso, la comunicación debe ser holística, coherente y respetar los lineamientos del plan estratégico de comunicación. Sólo así se logra la confianza y la credibilidad deseadas ante los diferentes públicos de la organización.
La correcta administración de los recursos asegura una comunicación integrada y eficaz y contribuye al fortalecimiento de la imagen, principal activo de la organización.
Fundador HRC | Consultora
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