18 de diciembre 2021 - 00:00

El punto de inflexión que no fue y las alternativas para inversores valientes en un escenario incierto

En este contexto poco frecuente de fortaleza del peso de corto plazo, cobran atractivo los instrumentos en dólares, siendo los CEDEARs los instrumentos favoritos para los perfiles más agresivos.

Para los inversores agresivos y positivos en cuanto a un acuerdo con el FMI en el corto plazo y un cambio de rumbo en 2023, se abre también la posibilidad de dolarizarse adquiriendo bonos soberanos hard dollar.

Para los inversores agresivos y positivos en cuanto a un acuerdo con el FMI en el corto plazo y un cambio de rumbo en 2023, se abre también la posibilidad de dolarizarse adquiriendo bonos soberanos hard dollar.

Para un mercado que esperaba un reseteo rápido del rumbo económico post-elecciones, la sensación general es que entramos en una extensión de los dos primeros años de mandato. Sin embargo, y pese a la variada interpretación del resultado electoral, el oficialismo está comenzando a sentir los efectos del significativo cambio de poder en las Cámaras, donde ya no cuenta con mayoría propia.

Sin ir más lejos, el rechazo del Presupuesto 2022 es un ejemplo importante de esto. Se despejó la incertidumbre electoral, pero no la incertidumbre política y permanecen la mayoría de las incógnitas en términos del plan para enfrentar los desequilibrios estructurales de Argentina. Las acciones y los bonos locales acusaron recibo rápidamente con un duro golpe del que aún no se recuperan completamente.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) continúa dilatándose, mientras se debate un presupuesto que, de aprobarse, difícilmente podría convencer a algún tecnócrata del organismo por lo laxo frente a los desafíos fiscales 2022, y por lo alejado del consenso de mercado de las principales variables que contiene.

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Cabe así preguntarse cuáles son los números con los cuales se están llevando adelante las negociaciones entre los equipos de Martín Guzmán y Sergio Chodos. Mientras tanto, el stock de deuda de Argentina subió a u$s353.500 millones a fines de noviembre, alcanzando un nuevo récord histórico luego de aumentar u$s5.200 millones en comparación con octubre y acumulando un alza de u$s17.900 millones en lo que va del año, según se desprende de los datos publicados por la Secretaría de Hacienda.

En términos del mercado cambiario, la escasez de dólares forzó el fin de la intervención en el MEP y contado con liquidación e impuso el fin de las cuotas con tarjeta de crédito para viajes al exterior. El tipo de cambio oficial se mantiene estable y sin sobresaltos. Sin embargo, ninguna de las medidas logró revertir el proceso de salida de divisas y las reservas netas se encuentran al borde de los números rojos.

En este caso, ya sea por el acuerdo con el FMI o por el no acuerdo, el escenario más probable es una aceleración de las devaluaciones diarias y está latente la posibilidad de un salto discreto. En 2021, las inversiones CER resultaron mucho más atractivas que los Dollar Linked dada la política de contención generada con el retraso del tipo de cambio para contener la inflación, en el 2022, se definirá el ganador según la magnitud de la aceleración o salto discreto que se lleve a cabo.

En cuanto a los dólares financieros, la última semana y en un contexto difícil para las monedas emergentes, mostraron fuertes retrocesos en sus cotizaciones (siete días consecutivos con baja del CCL medido con AL30). Algunos dólares frescos estarían cubriendo el lugar que dejaron vacante las autoridades de BCRA y ANSES. Muchos atribuyen el movimiento al aumento de la demanda de pesos típica de diciembre: las grandes empresas y pymes haciendo frente a pagos por segunda mitad del aguinaldo, cierres de cuentas a pagar para la foto de cierre de ejercicio en sus balances, posicionamiento de personas físicas para Bienes Personales y compra de paquetes turísticos (principalmente locales por la coyuntura).

Es también destacable el éxito en las colocaciones del tesoro que comenzó diciembre con el pie derecho, y en caso de tener una buena performance en la última licitación del año podría dejar un rollover anual cercano al 120%.

En este contexto poco frecuente de fortaleza del peso de corto plazo, cobran atractivo los instrumentos en dólares, siendo los CEDEARs los instrumentos favoritos para los perfiles más agresivos. En el armado de sus carteras, los inversores deberán contemplar no solo el tipo de cambio de entrada, sino también la gran volatilidad de los últimos días en los mercados internacionales. La FED anticipó que comenzará a moverse más rápido ante una inflación que ya no puede ser considerada transitoria y esto tiene implicancias para la valuación de casi todos los activos en el mundo. Mientras tanto, la nueva variante Omicron continúa extendiéndose por el mundo amenazando con nuevas restricciones.

Para los inversores agresivos y positivos en cuanto a un acuerdo con el FMI en el corto plazo y un cambio de rumbo en 2023, se abre también la posibilidad de dolarizarse adquiriendo bonos soberanos hard dollar que siguen presentando rendimientos exorbitantes y prácticamente descuentan en sus valores una nueva reestructuración a partir de 2024. Vale destacar que es difícil encontrar por estos días demanda genuina sobre la renta fija en dólares Argentina, con flujos, en su mayoría, transaccionales (con fines cambiarios).

Desde ya, quienes tengan una convicción fuerte en el cambio de perspectiva local, y estén dispuestos a asumir la volatilidad, las acciones locales deberían ser las más favorecidas y volver el Merval por lo menos, a los niveles pre-pandemia. Bancos y energéticas presentan grandes oportunidades en ese escenario, especialmente Grupo Financiero Galicia, Banco Macro, Pampa Energía e YPF.

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