En momentos en los que la información circula a una velocidad sin precedentes, solemos subestimar el poder de lo que no se dice. La comunicación no verbal -que abarca el lenguaje corporal, las expresiones faciales, el tono de voz y otros aspectos físicos de la interacción- juega un papel fundamental en cómo se perciben las intenciones y mensajes. Todos sabemos que las palabras pueden ser manipuladas y malinterpretadas pero lo que el cuerpo expresa revela la verdad detrás de las declaraciones.
La influencia del lenguaje corporal y otros aspectos no verbales en la comunicación institucional
Los aspectos no verbales en la comunicación institucional también deben ser tenidos en cuenta a la hora de analizar la estrategia integral de una organización.
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Uno de los aspectos más relevantes de la comunicación no verbal es el lenguaje corporal. Gestos como cruzar los brazos, mantener una postura encorvada o evitar el contacto visual pueden transmitir mensajes de desinterés, desconfianza o inseguridad
En el contexto de la comunicación, entender y dominar la comunicación no verbal puede determinar el éxito de nuestros mensajes y, en última instancia, la reputación de una organización.
Uno de los aspectos más relevantes de la comunicación no verbal es el lenguaje corporal. Gestos como cruzar los brazos, mantener una postura encorvada o evitar el contacto visual pueden transmitir mensajes de desinterés, desconfianza o inseguridad. Por otro lado, una postura abierta, un contacto visual adecuado y gestos que acompañen una conversación pueden crear un ambiente de confianza y empatía.
Los aspectos no verbales en la comunicación institucional también deben ser tenidos en cuenta a la hora de analizar la estrategia integral de una organización. Podríamos afirmar que en reuniones, presentaciones o interacciones con empleados o clientes, el lenguaje corporal puede reforzar o socavar nuestro objetivo.
Un simple gesto puede humanizar a una organización o alejar a los oyentes. Por eso, las organizaciones deben entrenar a sus líderes y equipos en la importancia de la comunicación no verbal para asegurarse de que su lenguaje corporal respalde la misión y los valores de la institución.
El tono de voz y la modulación también son aspectos clave. La manera en que hablamos, incluyendo el ritmo y la intensidad, puede influir en la recepción del mensaje. Un tono entusiasta puede motivar e inspirar, mientras que uno monótono podría hacer que el destinatario pierda interés.
Dentro de una empresa, tampoco debe perderse de vista el entorno físico como parte de la comunicación no verbal. El diseño de espacios de trabajo, la disposición de las salas de reunión o incluso la imagen corporativa que proyectamos a través de nuestro material visual pueden comunicar mensajes poderosos. Un entorno inclusivo y accesible puede hablar de una organización que valora a su personal y sus clientes.
Como se observa, la comunicación no verbal es un componente esencial de la comunicación institucional que no puede pasarse por alto. Las organizaciones deben prestar atención a estos aspectos para mejorar su efectividad comunicacional, fortalecer relaciones y consolidar su reputación.
Formar a los líderes y a los equipos en estas habilidades enriquece los vínculos y contribuye al éxito de la organización porque en la comunicación institucional, comprender y gestionar estos aspectos puede marcar la diferencia entre un mensaje que conecta y uno que se pierde en la interpretación.
Asesora y CEO de Mixel Comunicación y Marketing.
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