21 de junio 2024 - 12:15

Niñez desprotegida futuro perdido

Los efectos de una carencia nutricional sostenida en el período del desarrollo madurativo de una persona son muy graves e irrecuperables.

Solamente el 31% de las niñas, niños, y adolescentes en el país, está libre de toda forma de pobreza.

Solamente el 31% de las niñas, niños, y adolescentes en el país, está libre de toda forma de pobreza.

Mariano Fuchila

Uno de los indicadores más básicos del desarrollo económico y de la equidad social, es el estado de la nutrición infantil y de adolescentes. Y eso es precisamente, porque los efectos de una carencia nutricional sostenida en el período del desarrollo madurativo de una persona son muy graves e irrecuperables.

Como señala un informe de la Organización de Estados Americanos: "Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo. Dado que el retraso en el crecimiento ocurre casi exclusivamente durante el periodo intrauterino y en los 2 primeros años de vida, es importante que las intervenciones de prevención de la atrofia, la anemia o la xeroftalmia ocurran en la edad temprana".

Las patologías crónicas asociadas a la desnutrición sostenida son de difícil tratamiento médico o farmacológico, y lesionan la capacidad de los adultos de insertarse en una vida plena laboral y social, con lo cual refuerzan la marginación que ellos puedan tener en el curso de toda su vida.

Por esta razón, cualquier política de estado sobre equidad social, debe atender primariamente a la calidad de la alimentación de los niños y adolescentes en el período de desarrollo madurativo. Y esto es influenciado directamente por las políticas económicas, en particular por la política de ingresos, porque es la caída sistemática en los ingresos de los sectores más vulnerables, lo que tienen efectos dramáticos en la canasta nutricional de estos.

En el octavo informe de Situación de la niñez y adolescencia, de Unicef Argentina, se señalan algunos datos dramáticos respecto de la cuestión: “Las niñas, niños y adolescentes en Argentina enfrentan múltiples desafíos. Hacia finales de 2023 – último dato disponible- el 58,5% vivía en condiciones de pobreza. El 18,9%, en condiciones de pobreza extrema (EPH-INDEC). Es decir, nacen y crecen en hogares donde los ingresos no alcanzan para adquirir los bienes y servicios básicos para la existencia/5/. Dicho de otra manera, solamente el 31% de las niñas, niños, y adolescentes en el país, está libre de toda forma de pobreza.

Y lo más dramático del informe, es que, al comparar con los años anteriores, se nota una importante curva ascendente entre el año 2022 y 2024, el total de hogares en los cuales los ingresos mensuales no permiten cubrir los gastos corrientes creció del 33% al 48%, y en el caso de los hogares que reciben la AUH ese crecimiento fue, en ese mismo período, del 52% al 65%; la respuesta de las familias ante esa caída brutal de los ingresos, es como señala el informe "En los casos más sensibles, lo que se restringe es el consumo de alimentos. En un 52% de los casos los hogares tuvieron que dejar de comprar algún alimento por falta de dinero, 11 puntos más que en 2023 y el valor más alto de toda la serie".

Y ello se hace mucho más dramático cuando se nota que el número de hogares que debió de cambiar su gasto en alimentos, bajando la calidad y cantidad de ellos, pasó de un 28% en el año 2020 a un 52% en el año 2024.

Esta decadencia nutricional, implica tanto consumir alimentos de menor calidad, básicamente hidratos de carbono pobres en nutrientes. Y cita el informe "Más de 1 millón de chicas y chicos tuvieron que saltearse una comida diaria (desayuno, almuerzo, merienda o cena) por falta de dinero (7,4% del total)". Se trata de la forma más brutal de inequidad social. El niño o adolescente con carencias nutricionales, será luego un adulto con carencias fisiológicas y cognitivas, y ya en ese momento no habrá política estatal que pueda repararlo, además de que se estará condenado inevitablemente a depender de la asistencia pública en forma de asistencia financiera de algún tipo.

Dicho de otro modo, la forma más equitativa, e incluso la más económica considerando el lapso entero de vida de una persona, es mejorar la calidad y cantidad de la matriz alimentaria de los niños y adolescentes, permitiendo así que su desarrollo madurativo sea completo, y que no lesione sus posibilidades futuras como un adulto.

Pero los indicadores del informe citado para el año 2024 son dramáticos y crecientes, lo cual lleva a preguntarnos acerca del costo social de un plan de ajuste que parece no tener miras de acabar. Tal vez sea por la ausencia de una mirada integral de los problemas económicos y las inequidades sociales, que el gobierno de La Libertad Avanza tiene por modelo rector.

Magíster en Comunicación, Cultura y Discursos Mediáticos. (UNLAM). Licenciado en Comunicación Social (UNLAM). Profesor en Historia. Escritor. Libro publicado "Fake News: Toda noticia es falsa hasta que se demuestre lo contrario"

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