13 de julio 2021 - 00:00

Reapertura paritaria: para dejar de correr de atrás

La decisión de rediscutir paritarias en este momento, algunos meses antes de las reaperturas previstas en varios acuerdos paritarios, busca emular aquella medida económica del Presidente: que los salarios corran por adelante, lo que permitió el aumento por decreto hasta el advenimiento de la pandemia.

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Existen consensos acerca de que la economía argentina, y particularmente el mercado de trabajo, registraron un profundo retroceso en sus principales variables en los cuatro años que duró la gestión de Mauricio Macri. Esta etapa dejó el poder adquisitivo pulverizado, ilustrado en una pérdida de 20 puntos en los ingresos. La irrupción de la pandemia agravó la situación dado el impacto regresivo de la misma.

En relación con el mercado de trabajo y los salarios, por los efectos generados por el COVID, durante 2020 la dinámica habitual de la negociación colectiva se modificó frente a la sensible caída de la actividad en la mayoría de los sectores. La decisión desde el sindicalismo se orientó a priorizar los puestos de trabajo eventualmente en detrimento de salarios (ejemplo de ello fueron los repetidos acuerdos de suspensiones) con el objetivo de que la pandemia no signifique un cambio aún más duradero e irreversible en el mercado de trabajo.

Ahora bien, hacia finales del 2020, la actividad económica comienza una senda de recuperación, incluso conviviendo con la segunda ola de COVID, que se sostiene hasta la actualidad. Esta reactivación fue acompañada por sensibles aumentos de precios, que en el período octubre 2020 a mayo 2021 superaron levemente el 30%.

¿Qué pasó con los salarios en este contexto? Corrieron de atrás. Se observa que el salario privado registrado se mueve a valores similares a la inflación, pero evidenciando una demora de un mes. Puesto de otro modo, si en noviembre la inflación fue de 3,2%, al salario le llevó hasta diciembre para llegar al 3,3%. El mismo patrón se replica en enero: la inflación acumulada asciende a 11,6% (desde octubre 2020) y los salarios alcanzan ese valor recién en febrero de 2021. Sólo en marzo y abril se observa una leve baja del diferencial.

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La necesidad de reapertura paritaria

A pocos días de haber asumido, Alberto Fernández, firmó en Decreto 14/2020. Este decreto consistía en un incremento generalizado de los salarios de las trabajadoras y los trabajadores registrados de $3.000 en enero 2020 y de $4.000 en adelante desde febrero de ese mismo año. Se trató de una decisión política y económica crucial, que se cristalizó en una recuperación de siete puntos porcentuales del poder adquisitivo. Aunque la pandemia se “comió” esta recuperación, permitió que la reducción del poder adquisitivo no fuera aun mayor.

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¿Por qué la reapertura actual de la discusión salarial? La decisión de rediscutir paritarias en este momento, algunos meses antes de las reaperturas previstas en varios acuerdos paritarios, busca emular aquella medida económica del Presidente: que los salarios corran por adelante, lo que permitió el aumento por decreto hasta el advenimiento de la pandemia.

¿Es posible entonces la recuperación salarial de aquí en adelante? No depende sólo de la evolución del salario nominal decir, de reaperturas paritarias. También hay que seguir de cerca la disputa de los salarios con los precios. En este sentido, la dinámica inflacionaria del primer semestre, con una inflación elevada, tuvo mucho que ver con “remarco porque puedo”. Los grandes oligopolios hicieron uso de su poder como formadores de precios, lo que se refleja particularmente en la evolución de precios de alimentos (para los meses mencionados, alcanzando 31,2%). Estos aumentos desvincularon la dinámica del incremento de sus propios costos apuntalando la decisión de incrementar tasas de rentabilidad. Repasemos: entre octubre 2020 y mayo 2021 donde la inflación alcanzó 30,3%, el tipo de cambio se incrementó 21,3%; las tarifas apenas 16,5%; el combustible superó esos guarismos, pero se equipara con la inflación si se lo considera desde enero de 2020 o se lo proyecta a finales de 2021, y como ya mencionamos, los salarios corrieron de atrás.

En definitiva, el presente escenario de puja distributiva hace vislumbrar la discusión central ¿Quién se queda con el resultado de la recuperación económica? Lo sucedido hasta ahora muestra que la variación de precios ofició como mecanismo de apropiación de los incrementos nominales. Por eso se percibe que los salarios, en los primeros meses de 2021, sólo lograron recuperar lo que la inflación mes a mes erosionó. Sin embargo, en esta segunda etapa no hay excusas para el aumento desmedido de precios: ya no se pude acusar al “descongelamiento de tarifas”, ni al aumento del combustible, ni a la evolución del dólar como justificación de remarcaciones.

Hay condiciones objetivas para la recuperación salarial.

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