Rafael Bielsa explicará hoy por la mañana en el Congreso el plan de ayuda humanitaria que el gobierno nacional destinó para paliar la emergencia de Haití (ya se distribuyeron más de 8 toneladas de insumos medicinales y alimentos no perecederos). La visita del canciller responde a una invitación del presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, diputado Jorge Argüello. Con informes de campo de la embajadora Alicia Oliveira, representante especial para Derechos Humanos de la Cancillería; del embajador Gabriel Fuks, presidente de la Comisión de Cascos Blancos; del ministro de primera Mario Pino, encargado de negocios de la Argentina en Haití, y la comprobación empírica del propio Bielsa, quien visitó Haití a mediados de octubre, luego de que fuera baleado un infante de marina de la fuerza nacional, se abrirá la ronda de esclarecimiento pedida por los legisladores. El ministro Pino repetirá el discurso sobre la situación de Haití, al mediodía, en el Círculo de la Fuerza Aérea en Vicente López, en el marco del II Simposio sobre Participación de la Fuerza Aérea en Misiones de Paz, invitado por el jefe del arma, brigadier general Carlos Rhode.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
La emergencia de Gonaives (ciudad bajo responsabilidad de los Cascos Azules criollos) luego del paso del huracán Jeanne reveló a ojos de la experta embajadora Oliveira pormenores que inquietarían a los funcionarios de Defensa. El informe preliminar dice que «el desastre no fue únicamente obra de la naturaleza, sino que tuvo primordial importancia la deforestación de la montaña y la falta de limpieza de los canales de la ciudad» (éstos son los que se usan para que el agua que llega de la montaña desemboque en el mar y, así, evitar las inundaciones).
El premier haitiano, Gerard Latortue, había pedido a José Pampuro, como a otros ministros de los países que integran la fuerza de la ONU, la provisión de maquinaria vial e ingenieros militares con el propósito de canalizar la ciudad de Gonaives antes de que se desatara el meteoro que sumergió la ciudad y el cuartel argentino bajo las aguas. Otra novedad de mayor envergadura política que lleva el canciller -por el gesto y no por el número- es la orden del gobierno de ampliar la presencia de fuerzas nacionales en la misión de paz de la ONU.
La Gendarmería Nacional destinó cuatro hombres en calidad de monitores de seguridad que parten este viernes hacia Puerto Príncipe.
El compromiso de Néstor Kirchner con el restablecimiento del sistema político y la paz en Haití se refuerza ahora con el envío de los gendarmes, quienes adiestrarán y entrenarán a los policías haitianos. ¿Tendrá que ver uno de los últimos panoramas girados por canales diplomáticos? Bielsa cuenta con datos relevados por el ministro Pino sobre la situación en Haití: «Instituciones que no funcionan, gobierno que no ejerce potestad y la anarquía ronda por doquier»... Esa no es la única información sensible que preocupa a la Cancillería y a Defensa por igual. Se agrega que el staff del general brasileño Augusto Ribeiro Pereira, titular de la misión de los Cascos Azules, cuyo segundo al mando es el general argentino Jorge Lugani, ha comprobado que las deficiencias de la policía nacional de Haití en sofocar los hechos de violencia protagonizados por seguidores de Aristide impulsaron a los ex militares haitianos a ejercer funciones de policía con el riesgo de que se generen choques armados.
La Constitución nacional de Haití, reformada el 29 de marzo de 1987 en el Título XI sobre fuerzas armadas y fuerza policial establece: «La fuerza pública está compuesta por dos cuerpos distintos: a) Las fuerzas armadas de Haití y, b) las fuerzas policiales». De este argumento se valen los ex militares rebeldes en su pretensión de colaborar con los Cascos Azules para imponer el orden en Puerto Príncipe y en otras zonas como Saint Marc, ciudad ubicada al sur de Gonaives, en donde tiene jurisdicción el Batallón Conjunto Argentino al mando del teniente coronel Santiago Ferreira. Es parte de una campaña para legitimar su función con miras a integrar el nuevo poder militar luego de la elección de 2005, ya que las fuerzas armadas haitianas fueron disueltas por Aristide en 1997.
Dejá tu comentario