De Narváez derrotó a Kirchner en Buenos Aires y el Gobierno perdió el dominio en el Congreso
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La exigua diferencia que existía entre De Narváez y Kirchner provocó que el recuento provisorio oficial se extendiera hasta la madrugada y retrasara la voz de los candidatos oficialistas, que se recluyeron en el comando de campaña.
En tanto, en el búnker del PRO mantuvieron alta la expectativa electoral y afirmaron que el trabajo fiscalizador podía mantener la tendencia que mostró siempre a la oposición al frente de la reñida elección.
De hecho, De Narváez se presentó como ganador de los comicios en Buenos Aires sin hacer alusiones directas, y agradeció al Acuerdo Cívico por reconocer su "victoria".
"Le agradezco al Acuerdo Cívico haber reconocido nuestra victoria", sostuvo De Narváez al subir al escenario montado en el búnker de Unión PRO junto a sus socios políticos Felipe Solá, número dos de la lista, y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
El candidato de Unión PRO indicó que "viene el momento de sumar un argentino más otro, un bonaerense más otro", porque "es un momento de sumar, no de confrontar".
Cuando ya se conocían los primeros números, De Narváez había manifestado su confianza en que vencería a su rival del oficialismo, pese a que en el búnker rival hablaban de una victoria sobre el empresario.
"Al final de la noche nos espera el triunfo", manifestó el candidato del macrismo y el peronismo disidente, confiado en vencer a Kirchner en el territorio bonaerense, que se mostró con una imagen victoriosa en el búnker que montó el partido opositor en Costa Salguero.
Kirchner perdió con amplitud en el interior bonaerense, por su fuerte impronta agropecuaria, pero ganó por menos de lo esperado en el conurbano, lo cual configuró un escenario adverso que no arrojaron los bocas de urna inicialmente.
En el búnker oficialista, montado en el Hotel Intercontinental, comenzaron los festejos desde temprano aunque a medida que anochecía el júbilo se fue diluyendo, a pesar de que las encuestas a boca de urna coincidían en augurar una victoria por 3 puntos de diferencia.
De hecho, las primeras declaraciones de funcionarios y dirigentes allegados al ex presidente señalaron un "triunfo" del Frente Justicialista para la Victoria.
El secretario de Medios de Comunicación, Enrique Albistur, fue el primero en hablar y aseguró que Kirchner y Daniel Scioli estaban ganando en la provincia de Buenos Aires por "seis puntos" sobre el segundo de los candidatos, de acuerdo a sus proyecciones.
Las manifestaciones desde el búnker oficialista fueron ratificadas por el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, quien sostuvo que el oficialismo ganó "en los ámbitos nacionales, provinciales y locales".
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