13 de octubre 2004 - 00:00

D'Elía amenaza cortar nuevamente las calles

Luis D’Elía, junto a otros piqueteros, Eduardo Luis Duhalde y Eduardo Jozami, ayer, al cerrar el acto en el Luna Park de los transversales izquierdistas del gobierno.
Luis D’Elía, junto a otros piqueteros, Eduardo Luis Duhalde y Eduardo Jozami, ayer, al cerrar el acto en el Luna Park de los transversales izquierdistas del gobierno.
Los piqueteros oficiales llegaron a la etapa superadora del canje de planes sociales por condescendencia con el gobierno de turno. En lugar de cortar rutas o puentes -que dejaron monopolizar a los piqueduros del detenido Raúl Castells o el trotskista Néstor Pitrola-, la rama kirchnerista pudo darse el lujo de llenar el Luna Park y montar un prolijo show de la nostalgia con imágenes del Che Guevara, Evita y, en tercer y lejano orden, Juan Domingo Perón, de cara a los comicios de 2005. Tenía los medios para hacerlo y que suele asegurarle el Estado a quien gobierna, sea de la nueva o vieja política.

«Si la derecha se atreve a desafiarnos, le vamos a llenar de piquetes las calles para defender el proyecto de unidad nacional que conduce Kirchner», amenazó más moderado Luis D'Elía (el año pasado juró que estaba dispuesto a hacerlo a los tiros), tras reconocer que «no nacimos para confrontar con el PJ» -¿un giro que allana un frente electoral?-pero que «no pensamos rendirnos ante la vieja política». Lo habrá dicho por la ex chachista Mary Sánchez que ayer aportó una decena de simpatizantes matanceros.

• Bendición

«Elisa Carrió fue fiscal de la dictadura y no tiene antecedentes sociales; Ricardo López Murphy no puede hablar de ética ya que hace lobby para las empresas españolas y Mauricio Macri debería estar preso por evasión, en vez de nuestros compañeros de lucha», se puso en campaña y amagó aludir indirectamente a Castells al cierre del concurrido acto que comenzó a las 18 y terminó dos horas más tarde. Con la «bendición» de Oscar Parrilli, D'Elía, Miguel Bonasso; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, y otros funcionarios, piqueteros, sellos de izquierda -los comunistas disidentes se anotaron con el enigmático «PC Congreso Extraordinario»-, y el sindicalismo «combativo» de la CTA, de Víctor De Gennaro, lanzaron anoche lo que ellos denominaron «mesa coordinadora para un nuevo proyecto nacional».

Esta cooperativa une a más de una docena de agrupaciones o caciques que van desde el movimiento de la Militancia Social, de Gabriel Fuks -titular de los Cascos Blancos- hasta Hebe de Bonafini (la más ovacionada entre los que hicieron llegar mensajes de salutación), pasando por el Partido de la Victoria, del bonaerense Aldo San Pedro; la guevarista Patria Libre; simpatizantes del intendente de Córdoba, Luis Juez (colgaron una de las banderas más grandes, relicto de la campaña mediterránea, del techo); la senadora frepasista Diana Conti; el ex intendente aliancista de Avellaneda Oscar Laborde; o el cura Luis Farinello, con su televisiva sonrisa «nacional y popular», que no suele resultar buen augurio para agrupaciones partidarias: coqueteó con el Frente Grande o Frepaso en los '90 y terminó fundando y fundiendo en una sola temporada, la de 2001, el Polo Social, del cual apenas quedan miguitas.

El diputado jujeño
Rubén Daza se convirtió -casi-en la única presencia con carné justicialista. Compensó el faltazo de otras corrientes del kirchnerismo que no comulgan con los organizadores de la víspera, por caso, las que lideran el subsecretario general de la Presidencia, Carlos Kunkel (grupo Michelangelo), o el representante del Estado en Papel Prensa, Dante Dovena, quien ha bajado sospechosamente el perfil tras las últimas demostraciones de fuerza de su archirrival, Alberto Fernández.

El estadio repleto, y con casi tantas insignias y pancartas como cantidad de gente ( producto de la variedad de organizaciones), coreó el Himno Nacional con los dedos en «V» y redoble de bombos de fondo; desempolvó a continuación el clásico hit «patria sí, colonia no». Es la música funcional de la transversalidad del peronismo de izquierda, una nueva versión del camporismo extra-PJ que ahora rinde honores a
Néstor Kirchner y a la corriente internacional, latinoamericana claro, Fidel Castro, Hugo Chávez y Lula. A imagen y semejanza de los '70, cuando se veneraba a Cámpora y también al chileno Salvador Allende, el brasileño Joao Goulart y al perenne Fidel.

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