Duhalde condiciona por primera vez a Kirchner
Eduardo Duhalde forzó ayer un gesto de Néstor Kirchner: una carta de respaldo a los candidatos bonaerenses del PJ, en perjuicio de otras listas no peronistas que se declaran adherentes al kirchnerismo. En la víspera, cerca del mediodía, el Presidente desembarcó inesperadamente en el conurbano, aunque no precisamente para hacer campaña en favor del duhaldismo. Es más, criticó la gestión de Hilda Chiche Duhalde al visitar un deteriorado hogar de ancianos -que fuera dominio de la ex primera dama hasta el 25 de mayo-, en una barriada pobre de la localidad de San Martín. Por supuesto, no olvidó montar a una "combi" a periodistas acreditados en Casa de Gobierno para dejar registro de la recorrida sorpresa por el deteriorado geriátrico -que prometió remozar-y poder fotografiarse destapando ollas (foto). El jefe de Estado aprovechó para conocer también un jardín materno-infantil de la zona. Allí, simuló burlarse del titeo de los humoristas que lo caricaturizan. Dejó estampado el libro de visitas con una simpática rúbrica: Pingüino.
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«Si alguien necesita la carta que la pida. Yo ya hablé con Kirchner» le avisó Duhalde la noche del lunes a un puñado de dirigentes bonaerenses reunidos en la sede porteña del Consejo Provincial del PJ.
• Ensayo trunco
• Juega Lavagna
Pero no fue ésa la única atribución que se tomó el ex presidente: en la misma ronda, ofreció la participación del ministro de Economía Roberto Lavagna en la campaña bonaerense, obviamente, condicionando la presencia del jefe de Hacienda a los blancos en su agenda.
Duhalde intentó antes lanzar a Lavagna al circuito político con una candidatura fallida a Jefe de Gobierno porteño. Ahora, el ministro abandonará por un rato su perfil técnico y se entrenará en los show de cotillón electoral que acostumbra montar el duhaldismo.
La misma invitación, aunque más previsible, extendió Duhalde respecto al vicepresidente Daniel Scioli -que la semana pasada apareció sorpresivamente en una cumbre PJ para prometer su presencia en la campaña- y al ministro del Interior Aníbal Fernández.
• Demarcación
El criterio de ofrecimientos supone la demarcatoria de orígenes y, si se quiere, referencia al ala del gobierno sobre el que Duhalde mantiene influencia: Lavagna, Scioli y Fernández, además de José Pampuro -que hace equilibrio en Defensa- y Ginés González García a cargo de Salud.
De todos modos, la participación de Kirchner en la campaña bonaerense no se reducirá a una nota para desacreditar a quienes usan, con argumentos o sin ellos, su nombre para combatir al PJ.
Agendó el Presidente una serie de presencias en la provincia junto a Felipe Solá y Chiche Duhalde. Hoy, de hecho, viajará a La Plata junto a su hermana Alicia y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para lanzar la etapa bonaerense del programa «El Hambre Más Urgente».
Pero recae en un permanente zigzagueo: ayer por caso visitó sin avisar varias zonas del conurbano. Ese gesto incomoda a los bonaerenses que entienden que la visita presidencial a un municipio, sin invitar a los referentes locales del PJ, es una especie de desplante.
Ayer a la tarde, sin Chiche, pero con Solá y la candidata a vice Graciela Giannettasio, Duhalde se reunió con dirigentes y postulantes de la Cuarta Sección electoral y por la noche encabezó otra cumbre, pero con referentes del norte del conurbano.
«El peronismo va a ganar con facilidad: aunque Rico y Patti miden en las encuestas, a la hora de los votos se caen a pedazos» pronosticó el ex presidente.
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