Duhalde manejó acto con control remoto
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• Chisporroteos
• Poco entusiasmo
Más que acalorados (corporal y psicológicamente), los duhaldistas se acomodaron sin demasiado entusiasmo entre kirchneristas de la primera hora. Mario Das Neves, que supo cobijarse en las dos veredas mientras disparaba denuncias, estaba exultante. Algo similar sucedía con Jorge Telerman, secretario de Cultura porteño, quien, además de haber sido colaborador del cacique de Lomas de Zamora y confeso fan del santacruceño, puede servir de puente con Aníbal Ibarra, su jefe actual.
Menos apta para los amigos de Duhalde resultó la animada tertulia de Cristina Fernández de Kirchner -con un elegante modelo, a pesar de que la temperatura ambiente rondaba los 40°, y el frepasista Aldo San Pedro, contradictor del PJ en la Legislatura de La Plata (el otro fogonero de Kirchner en el chachismo residual, Eduardo Sigal, se abstuvo de filtrarse; no tiene antecedentes en el PJ como San Pedro y muchos le recuerdan todavía su pasado en el PC).
Esta presencia hubiera sido suficiente para espantar a Osvaldo Mércuri, presidente de la Cámara de Diputados de la provincia. Mércuri, que permaneció ayer en Pinamar, está molesto porque Duhalde «bendijo» a Solá como candidato a gobernador, en contra de las pretensiones de aquél. En víspera del lanzamiento de Kirchner y después de jugar tenis, el primer mandatario le adelantó a «Cacho» Alvarez en Olivos: «Lo voy a llamar al 'Pelado' para que se le pase el enojo». A Mércuri lo están tentando desde el adolfismo y el menemismo, con la idea de que el enojo lo conduzca a pegar el salto.
Los senadores Jorge Yoma y su tocayo Capitanich prefirieron no recordar que ya habían estado en otro acto del oficialismo, cuando se proyectó desde la Casa Rosada a José Manuel de la Sota. No hubiese sido un buen augurio para Kirchner. Capitanich intentó redactar un documento en los días previos, aunque finalmente prevaleció otro texto de la pluma de Cristina de Kirchner. La senadora de Mendoza Marita Pérceval aportó sugerencias al memo que se leyó en la quinta.
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