12 de octubre 2020 - 00:00

Aniversario de fábrica de aviones con búsqueda de productividad

Prometen recursos para proyectos como el Pampa III y el entrenador primario Malvina.

Producción. Proyectos como el Pampa III esperan recursos del Fondo para la Defensa.

Producción. Proyectos como el Pampa III esperan recursos del Fondo para la Defensa.

El viernes pasado la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) ubicada en Córdoba cumplió 93 años de actividad. Ahora, con la ley del Fondo Nacional para la Defensa (Fondef), -un soplo de esperanza presupuestaria-, la planta estatal busca recuperar la productividad. El foco de trabajo será dinamizar la línea de producción del jet Pampa III y arrancar el desarrollo del nuevo entrenador primario Malvina.

La disposición gradual de fondos específicos para la industria militar podría cumplir el sueño de Mirta Iriondo, presidente de FAdeA, gestionar contratos plurianuales con la Fuerza Aérea, la Armada y el Ejército para equipamiento y servicios de mantenimiento de sus aeronaves. La producción del Pampa III se hará bajo contrato de tres años de extensión, un beneficio a la hora de planificar trabajos con proveedores nacionales e internacionales a la vez que permite bajar costos en adquisición de insumos y repuestos negociando por volumen artículos que están dolarizados. En la actualidad el personal de técnicos y operarios que comanda el ingeniero Federico Bima Kronemann, a cargo de la línea del Pampa III, da los últimos retoques al séptimo avión que se entregará antes de fin de año a la VI Brigada Aérea con asiento en Tandil. Urge contar con fondos para adquirir partes e insumos, los seis aviones entregados consumieron el stock de fábrica.

A mediados de agosto FAdeA y la Cámara Argentina Aeroespacial (CArAE) firmaron un memorándum para el desarrollo de componentes nacionales del avión Pampa.

La presidente de FAdeA, expuso en aquella oportunidad que “esta iniciativa de nacionalización de componentes del IA-63 Pampa comenzó en el año 2014, cuando sólo un 3% de las piezas del avión eran locales, en la actualidad alcanzan el 13% y el objetivo propuesto para el año 2023 es llevarlas al 16%” .

Medidas de esa naturaleza son de largo plazo, requieren elevadas inversiones por parte de los privados y adecuación de su matriz de producción, el Fondef daría certidumbre al compromiso de ambas partes. El Pampa se fabrica desde la década del 80, cuarenta años después llegar al 16 por ciento de integración nacional parece un hito modesto.

Otra pata del proceso reclamada por el sector privado de la industria militar es el cumplimiento de la ley de Compre Nacional y Desarrollo de Proveedores, además de la creación de una ley de offset (compensaciones en transferencia de tecnología, servicios, contrataciones locales por grandes compras al extranjero). Esas voces advierten que a pesar de la norma (Compre Nacional), los organismos contratantes (las fuerzas y el ministerio de Defensa) no tienen en cuenta al sector privado aeroespacial al momento de gestar sus proyectos. Este miércoles habrá una reunión virtual de los actores involucrados, los ministerios de Producción, de Defensa, las Fuerzas Armadas, FAdeA y representantes de la industria agrupados en la Cámara Argentina Aeroespacial (CArAE). A esa agenda se sumará un tópico que promete debate, fijación de umbrales a los talleres de mantenimiento aeronáutico de las fuerzas para evitar superposición (gastos multiplicados) con las tareas que puede emprender la planta cordobesa en su módulo de servicios. FAdeA es una firma capitalista y a la vez un proyecto estratégico del país con objetivos diferentes de la rentabilidad. La clave es hacerla funcionar con cierto equilibrio entre la rentabilidad y el aporte de esas utilidades más la contribución del Estado al financiamiento de los proyectos estratégicos. En ésa línea la exportación del Pampa III a clientes regionales es un alivio, el management aún no internalizó el pedido reciente de Uruguay por una partida de 4 a 5 aeronaves. Uruguay proyecta la adquisición con aviones que tengan incorporado un radar multimisión (capacidad aire-aire, aire-superficie y soporte de navegación), desarrollo ya evaluado por FAdeA en diseño, resta la selección del equipo a instalar y su integración con la aviónica Elbit.

Otro beneficiario del Fondef será el entrenador primario Malvina, un “restyling” del IA-100, prototipo diseñado en FAdeA que voló en 2015 y cuyo contrato se suspendió en 2016. El puntapié inicial para el modelo del entrenador se financió con un crédito de 2,5 millón de dólares otorgado a fines de agosto por el Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF). Es un entrenador primario con tren retráctil y motor a pistón preparado para acrobacias, que reemplazará a los Tecnam de entrenamiento básico y a los Grob TP 120, estos últimos de origen alemán son de propiedad de FAdeA y se estudia ponerlos a la venta.

Se agrega a la lista la recuperación de aviones Pucará, ahora denominados “Fénix”, con cambio de motores y la incorporación de tecnología para misiones ISR (sigla inglesa de Intelligence-Surveillance-Reconnaissance, es decir, Inteligencia-Vigilancia-Reconocimiento) más otros amenities electrónicos de trasmisión de datos. El proyecto tiene opiniones divididas dentro de la Fuerza Aérea, las críticas apuntan a que es una inversión muy grande en modernizar 19 aviones que llegarán a la operatividad con una vida útil por estructura de entre 5 a 7 años.

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