15 de octubre 2001 - 00:00

La izquierda festejó récord en Capital: 20% y 2 bancas

La izquierda festejó récord en Capital: 20% y 2 bancas
La izquierda se atribuía anoche la incorporación de 2 diputados, los porteños Patricia Walsh (IU) y Luis Zamora (Autodeterminación y Libertad) y peleaba una tercera plaza para Marta Castaño (A y L), en una histórica performance que rondaba 17% de adhesiones en la Capital Federal. Planillas en mano y en plena celebración, Walsh anunció su predisposición a trabajar en conjunto con el ex líder del MAS, al mismo tiempo que clamó por la unidad de todas las organizaciones socialistas, un clásico de domingo de elecciones.

La «gauche» vernácula venía creciendo en las encuestas, a medida que se acentuaba el desencanto con los partidos políticos y fueron beneficiarios del voto castigo que no derivó en blanco o anulado. Para tener en cuenta el significativo aumento de las fuerzas de izquierda en el lustro, es suficiente recordar que alcanzaron 4,19 por ciento en 1997; 7,10 en 1999 y 10,60 en la consagración de jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el 2000. Ayer, se superaba 27 por ciento, si se suman otras organizaciones como el Partido Humanista, el PTS y el Partido Obrero. Juntas, algo utópico, hubieran ganado por varios cuerpos.

Optimismo

Los discípulos criollos de Carlos Marx esperaron con inusitado optimismo el cierre de los comicios. Y no sólo por las sondeos previos que les daban esperanzas de capturar, al menos, un puesto en Diputados. A media tarde de la víspera, recibieron la noticia de que Izquierda Unida había ganado en las urnas instaladas en la Embajada de la Argentina en París. Los residentes en Francia que se acercaron a votar, 302 sobre
1.339 empadronados, le dieron el triunfo a la entente PC-MST con 25,8%, seguida por la Alianza (13,2), el ARI de
Elisa Carrió (9,3) y el PJ (6,6).

Los festejos comenzaron desde temprano en el búnker izquierdista, instalado en el subsuelo del hotel Columbia, sobre la céntrica avenida Corrientes. Patricio Echegaray y Vilma Ripoll, legisladores de la Ciudad, estaban exultantes y bromeaban sobre cómo hubieran podido mejorar los números en París de haber hecho campaña.

Walsh
, hija del desaparecido escritor y periodista Rodolfo Walsh, le aseguraba al PC un regreso al recinto, a 4 años de la finalización del mandato de Floreal Gorini, banquero del comité central (factótum de Credicoop) y último comunista con jerarquía parlamentaria a nivel nacional. Gorini accedió a una butaca en la Cámara baja de manera casi accidental, gracias a que Graciela Fernández Meijide renunció para postularse a senadora nacional en 1995.

En 1993,
Carlos Chacho Alvarez asoció a los comunistas a su sello, el Frente Grande, y dejó colar a Gorini en la boleta de Diputados. En esa época, la personería jurídica del PC cotizaba a buen precio, a ojos de Alvarez que los necesitaba para dar batalla, y los sumó a su proyecto «nac&pop». Curiosamente, cuando dimitió Meijide para mudar de ala legislativa, las relaciones entre el chachismo y Echegaray y compañía estaban más que deterioradas. Sin embargo, Chacho no tuvo otro remedio que respetar la línea sucesoria y aceptar que el lugar de la frepasista pasara a manos de Gorini.

Zamora
vuelve al cuerpo que lo catapultó a la popularidad. Aunque en su anterior experiencia parlamentaria, entre 1989 y 1993, vestía la camiseta del Movimiento al Socialismo, agrupación trotskista hoy extinguida, y militaba en territorio bonaerense. Famoso por sus cruces con el ucedeísta Alberto Albamonte, Zamora montó una tribuna de denuncia y se opuso al sistema con su estilo directo.

Sin jubilación de privilegio, viene de una transición obligada por la falta de recursos: se alejó de la actividad partidaria para vender libros y retomar su trabajo de abogado. Hace pocos meses, fundó en tiempo récord un partido nuevo, menos dogmático que el MAS y con proyección porteña por el momento, al que bautizó Audeterminación y Libertad. Como candidatos, acopló a 2 actores,
Norman Briski y Héctor Bidonde.

Mejora

Izquierda Unida sumó a la alegría parisina: las noticias que llegaban del interior. En el subsuelo del hotel de la avenida Corrientes, Walsh y sus amigos señalaban que habían triplicado los guarismos del '99 en Buenos Aires (se jactaban de duplicar en recolección de apoyos a Jorge Altamira, del PO), así como conseguían acceder a la Legislatura de Córdoba, por primera vez en 60 años, mejorando los comicios de convencionales constituyentes, donde lograron 6,5% de sufragios. Por si fuera poco, habían creído escuchar por radio a Jorge Yoma con una chicana al radical Raúl Galván, poco después de las 19 de ayer. Le adjudicaban haber dicho que IU era tercera fuerza en La Rioja.

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