18 de diciembre 2013 - 17:48

La "venganza" de Cabandié a apropiadores

Juan Cabnadié llegó a los tribunales con su pequeño hijo Guido Néstor.
Juan Cabnadié llegó a los tribunales con su pequeño hijo Guido Néstor.
El diputado nacional por el FPV Juan Cabandié justificó este miércoles su presencia en el juicio por los crímenes de la ESMA en una "venganza" personal con los asesinos de sus padres, al aclarar que ese acto consistía en "ser feliz" con su mujer y sus hijos.

"Vengo a vengarme, decirles en la cara que para nosotros vengarme, vengarnos, es ser feliz junto a mi mujer y mis hijos, y yo soy feliz", enfatizó Cabandíe en el final de su testimonio, en el cual recordó que su madre, Alicia Alfonsín, de solo 17 años, lo había parido en la ESMA a mediados de 1978, y sigue desaparecida.

Cabandié asistió a la audiencia acompañado por su mujer y su hijo Guido Néstor ("Nestor por Néstor" Kirchner, aclaró) y declaró durante mas de una hora y media ante el Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5), que lleva adelante el segundo tramo de la megacausa ESMA.

En dos tramos de su relato, Cabandié hizo referencia al médico Jorge Magnacco, uno de los imputados en la causa y a quien se conoce como el partero de la ESMA, ya que en la dictadura tuvo a su cargo una "maternidad clandestina" en el campo de concentración que funcionó en el emblemático edificio de la Armada. También en sendas ocasiones el dirigente hijo de desaparecidos tuvo "actos fallidos" y en vez de referirse a Magnacco dijo "Magnetto" (Hector), el CEO del Grupo Clarín.

"Acompaño a quienes han dado su testimonio y permanentemente han prestado declaración para llegar a la verdad", dijo el legislador que acompañó al expresidente Kirchner en ocasión de abrirse las puertas de la ex-ESMA convertida en "Espacio de la Memoria".

Durante su testimonio, denunció a su apropiador, el excomisario de la Policía Federal Luis Falco, a quien responsabilizó por haber tenido una infancia "signada por la violencia verbal, psicológica y física".

"Sólo se puede tratar así al hijo de un enemigo", dijo en otro tramo de su declaración, por momentos interrumpida por las conversaciones de los abogados defensores de los acusados, ninguno de los cuales se encontraba en la sala de audiencia, colmada de militantes de la agrupación "La Cámpora", a la cual pertenece. "Tuve la intuición que un padre no podía tratar a su hijo con esa virulencia y me abracé a la idea de que yo podía ser un hijo de desaparecidos", destacó.

Cabandié reconoció que nunca pudo saber quién en concreto lo arrebató de brazos de su madre, Alicia Alfonsín de Cabandié, en la maternidad clandestina que funcionaba en el centro clandestino de detención.

"No tengo a ciencia cierta el dato concreto de si fue Falco o no el que me sacó de la ESMA, si puedo intuir que Falco tenía una relación muy cercana a otro represor, un sangriento represor miembro también de la Policía Federal Argentina que llegó al grado de subcomisario cuyo nombre es Samuel Miara", explicó ante el Tribunal Oral Federal 5.

El expolicía Luis Falco está condenado y sigue en la cárcel por la apropiación de Cabandié, quien recuperó su identidad en el 2004. "A dos semanas de mi nacimiento, a mediados de marzo de 1978, las personas que estaban detenidas en el centro clandestino ya no pueden dar cuenta de la existencia de mi madre, no la ven más", recordó.

Alicia Alfonsín y Damian Cabandié eran dos jóvenes que militaban en la Villa de Retiro y fueron secuestrados por efectivos de la Policía Federal y llevados al Centro Clandestino de Detención Club Atlético, que funcionó en Paseo Colón y San Juan, para luego ser trasladada la joven a la ESMA, donde dio a luz. Así lo relató su hijo, quien citó los testimonios de Sara Osatinsky, Graciela Daleo y otras mujeres que sobrevivieron al cautiverio en la ESMA y dieron testimonio de haber visto a Alicia, a quien se conocía por su apelativo "Bebé".

"Magnetto o Magnacco fue el hombre que me sacó", reconstruyó el dirigente, quien además hizo referencia al custodio "Pedro Bolita", quien era el último de los represores encargados de entregar las criaturas nacidas en cautiverio durante la dictadura.

También hizo referencia a las relaciones entre su apropiador y el exsubcomisario Samuel Miara, quien huyó a Paraguay "perseguido" por las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes habían localizado en su poder a los mellizos Reggiardo-Tolosa. Al respecto, dijo que Falco se jactaba "de haber propiciado la falsificación de los documentos de los mellizos".

Además, rememoró cuando junto a su "hermana" Vanina Andrea Falco, hija biológica de los apropiadores, se presentó ante las Abuelas, después de las sospechas que tuvo respecto de su origen y presentir que "quizás era hijo de desaparecidos".

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