En su libro de memorias de reciente aparición, el expresidente Mauricio Macri dedicó un tramo a repasar las alternativas a las que se enfrentó cuando decidió nominar a dos jueces para completar la Corte Suprema “en comisión”. El episodio mereció un fuerte reproche general por la modalidad pero ambos candidatos terminaron consiguiendo su acuerdo del Senado. Pero allí aparece el que parece ser su único arrepentimiento respecto de su política judicial. La elección de Horacio Rosatti como uno de los candidatos, al que le termina adjudicando la autoría de fallos contrarios a la “modernización” que supuestamente Cambiemos encaró.
Rosatti, el peor error para Macri en materia judicial
En su libro de memorias el expresidente revela que se arrepiente de haber promovido a Rosatti en la Corte Suprema.
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En la página 34 de Primer Tiempo, Macri relató en primera persona cuáles eran los nombres que había pensado para completar una Corte que tenía tan solo tres miembros, luego de la renuncia anticipada de Carlos Fayt. “Después de analizar varios perfiles que me habían acercado, mis preferidos eran Carlos Rosenkrantz, un abogado y un académico muy respetado, en ese momento rector de la Universidad de San Andrés, y Domingo Sesin, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, quien me había impresionado por su compromiso con la ley y su perfil en derecho administrativo”, sostuvo Macri. Sesin había sido propuesto a último momento por Cristina Fernández de Kirchner, semanas antes de abandonar el Gobierno junto a Eugenio Sarrabayrouse, quien era juez de la Cámara Nacional de Casación Penal. Sus nombres no llegaron a ser considerados por el Senado quien ya había obligado al Ejecutivo a retirar el pliego de Roberto Carles, bloqueando su acuerdo de dos tercios.
“Cuando circulamos los nombres de ambos candidatos entre los miembros de la coalición, para obtener su aprobación y apoyo, Rosenkrantz fue aceptado unánimemente. Sesin, sin embargo, fue cuestionado por algunos dirigentes importantes de Cambiemos, y se llegó a un acuerdo para nominar en su lugar a Horacio Rosatti”, relató Macri el desembarco del exministro de Justicia de Nestor Kirchner. Macri no lo dejó plasmado en el libro pero la objeción a Sesin provino de su socia Elisa Carrió, que veía la mano de uno de sus archienemigos en la Corte en el acercamiento de la candidatura del juez de Córdoba. Esa escalada se iba a acrecentar durante su gobierno. Carrió lo vetó.
En este tramo del libro, Macri hace una confesión reveladora: “Me arrepiento de haber cambiado a Sesín por Rosatti. Rosatti terminó fallando sistemáticamente en contra de las reformas y la modernización que impulsamos, favoreciendo así el statu quo populista”.
A renglón seguido, el expresidente volvió a defender el método de designación ante la “urgencia” que para él representaban las vacantes en el Máximo Tribunal. Lo argumentó en el receso del verano de 2016 del Senado que iba a prolongar los tiempos, a la vez que consideró “perfectamente legal y constitucional” su decisión inicial de nombrarlos “en comisión”.
Apenas unos meses luego de haber arribado a la Corte, Rosatti terminó siendo uno de los impulsores internos del fallo Cepis, que impidió al Gobierno el primer tarifazo del gas sin haber llamado a audiencias públicas, lo que para los registros fue el primer traspié de muchos de Cambiemos en su relación con la justicia.
Ante una consulta de Ámbito a su vocalía sobre cómo había recibido la alusión personal en el libro del expresidente, Rosatti la consideró como “un reconocimiento a su independencia”.
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