Se votan hoy retenciones de Kirchner sin consenso y con dura disidencia interna
Impuso el ex presidente obediencia debida a sus diputados, la tropa cumple, e inclusive, hasta radicalizó el proyecto. • Tal vez las concesiones a negociar con el agro le resulten al Estado más caras que haber revisado la Resolución 125. • Igual son concesiones de alta complejidad y discutible aplicación en materia impositiva (¿cómo se dividen las explotaciones entre hijos y parientes?, por ejemplo, o ¿cuál es el órgano de control?). Dudosa constitucionalidad al respecto y la seguridad sobre una máxima: impuesto mal administrado es un mal impuesto. De cualquier forma, en esto ni siquiera se repara. • Habrá un clima amenazante, un proyecto alternativo del propio peronismo (también otro de la oposición). Anoche el campo estaba dispuesto a apoyar el proyecto de Felipe Solá que pone límites a las retenciones e intentaba convencer, también, al resto de la oposición, lo que complicaría aún más al gobierno. • Tamaña disputa hizo naufragar el viaje a España de la Presidente.
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De hecho muchos kirchneristas del ala blanda hasta preferirían que hoy se cayera el quórum para no tener que votar una ley que apoyan sólo por una obediencia que hoy no están dispuestos aún a romper.
El kirchnerismo emitía anoche el dictamen de su proyecto de ratificación de la Resolución 125 en una reunión de comisión donde toda la oposición se cansó de criticar la intransigencia oficialista.
No era para menos: la versión que llegará al recinto es mucho más restrictiva con los productores para que accedan a más compensaciones que la que había anunciado Rossi.
El presidente del bloque kirchnerista hizo ayer un último intento para incorporar al proyecto oficial un mayor nivel de compensaciones que le permitiera llegar a un acuerdo no sólo para garantizar la paz después de la votación, sino también los votos en el recinto.
Pero no tuvo respuesta positiva: se le comunicó que el gobierno no aceptaría más concesiones. Desde ese momento el propio Rossi supo que la votación estaría condenada a terminar en un escándalo, aunque lograra conseguir el número suficiente. A esa hora medio bloque oficial -la otra mitad son los duros que siguen a los Kirchner sin siquiera preguntar- estaba convencido que el proyecto al que habían incorporado un límite más alto de 750 toneladas para que los productores cobren compensaciones por las nuevas retenciones, les permitiría obtenerlas aunque no estén inscriptos en el Registro de Exportadores en la AFIP, el acceso de los monotributistas a ese beneficio, más subsidios a fletes fuera de la Región Pampeana y modificar, a través de otra ley, el régimen que fija la Ley de Arrendamientos, entre otros puntos, pudiera servir para calmar la crisis. Lo sabía, aunque públicamente lo niegue, hasta el presidente de la Comisión de Agricultura, el cordobés Alberto Cantero Gutiérrez, que comandó toda la operación para emitir el dictamen.
Anoche el peronismo juraba contar con 134 voluntades para ratificar la polémica resolución, número suficiente para iniciar la sesión pero demasiado justo.
Además, con el dictamen emitido a la madrugada el oficialismo necesitará reunir hoy los dos tercios de los miembros presentes para habilitarlo en el recinto. Para eso presionará a la oposición con la necesidad de debatir: «hace meses que están pidiendo una votación en el Congreso, ahora no pueden negarse», confían en el kirchnerismo. Bajo esa lupa todo lo que quiere hacer hoy el kirchnerismoen el recinto está en veremos.
La situación se empeoró cuando se conoció la redacción final del proyecto. Algunos artículos que se pensaba eliminar en medio de una negociación final con el campo y la oposición quedaron en la redacción. Así el límite para recibir compensaciones no sólo está en 750 toneladas de cosecha declarada; los productores no podrán tener más de 350 hectáreas en las provincias de producción marginal y 150 hectáreas en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
Pero ese dictamen tiene una disposición aún más conflictiva y que nunca fue mencionada hasta ahora: todos los beneficios para los pequeños productores que el kirchnerismo le incorporó al proyecto en el Congreso sólo tendrán vigencia por este año. Desde 2009 volverá a regir sin compensaciones la Resolución 125. Una garantía de escándalo hoy en el recinto.
Frente a esa posición llegará hoy a la sesión Felipe Solá con un proyecto propio que también impulsan oficialistas críticos como Juan Schiaretti, Julio Cobos, Jorge Busti y Daniel Katz.
La oposición llegará también unida bajo un proyecto común, que rechaza la Resolución 125 y pide suspenderla por 150 días durante el debate. Pero además propone terminar con el «clientelismo que supone manejar al campo con un régimen de subsidios», según dijo ayer el jujeño Gerardo Morales.
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