Tambaleaba el titular de PDVSA en la Argentina. Causa vuelve a la jueza que dejó escapar al valijero
Si se confirma hoy la renuncia del titular de PDVSA Argentina, Diego Uzcátegui, será la segunda oportunidad en que Hugo Chávez acata un pedido de Néstor Kirchner. Antes, el Presidente le había solicitado que removiese a un embajador por haber apañado algaradas pro Irán en Buenos Aires. Ahora, se trata del padre de quien acompañaba, en el avión fletado por ENARSA, al venezolano que intentó hacer pasar la valija con los u$s 800 mil con origen y destino aún inciertos. En horas se conocerási hay empate; se fue Claudio Uberti; ahora se iría este Uzcátegui, hombre considerado en Caracas como de "mucha mano izquierda", dado que ha permanecido con un cargo clave en la cúpula de la petrolera estatal venezolana con los cuatro presidentes que ha tenido hasta ahora Chávez en ese puesto. En Buenos Aires, esta causa extravagante encontró juez: volvió a la magistrada Marta Novati, de quien dice la Aduana recibió el aval para que el venezolano Guido Antonini quedase en libertad.
-
Milei ya tiene su canción
-
Diputados: convocaron a una reunión de comisión para debatir la restricción a medicamentos gratuitos para el PAMI
Uzcategui tenía hasta ayer un doble rol en PDVSA que lo involucró en el escándalo de las valijas en un nivel hasta ahora minimizado. Además de ser «gerente general de la oficina de la presidencia» de esa empresa era el presidente de Interven, la filial argentina de la petrolera venezolana y en quien el gobierno de Chávez había puesto el control de la relación comercial en el país.
Por eso llama la atención la historia inicial que se relató desde el gobierno sobre la presencia de los venezolanos de PDVSA en el vuelo de regreso a Buenos Aires. Cuando estalló el escándalo se explicó que después de una reunión de Exequiel Espinosa y Claudio Uberti en Caracas, directivos de PDVSA les pidieron trasladar a Buenos Aires a un grupo de funcionarios de la empresa. Ese listado incluía a Ruth Berhrrenes, funcionaria en Uruguay, Nelly Cardozo, asesora jurídica de la petrolera, Wilfredo Ávila, funcionario de protocolo de PDVSA, y Daniel Uzcategui Speech, hijo de Diego Uzcategui, que fue quien «invitó» a Antoni Wilson a trasladarse junto a ellos en el avión.
De ahí la duda sobre la historia de los argentinos que no conocían a quienes subían al Cessna Citation con ellos, habida cuenta que el padre de uno de los presentes era nada menos que el jefe de los negocios de PDVSA en Buenos Aires y lazo inmediato de esa petrolera con ENARSA.
En el esquema político de Chávez, la posición de Uzcategui no es menor. Llegó a la oficina de la presidencia después de dos décadas de haber trabajado en la petrolera. A principios de 2005 fue nombrado para presidir Interven, la filial argentina de PDVSA, al mismo tiempo que Asdrúbal Chávez, primo hermano del « comandante» venezolano, se sumó al directorio de la empresa en Caracas. Y aunque fuera la cabeza de las operaciones en Buenos Aires, siempre continuó atendiendo en sus oficinas de Venezuela, delegando los temas menores de la Argentina en un director general.
El escándalo, además, está dejando en claro que la solidaridad latinoamericana se desvanece cuando de tráfico de valijas se trata. Bolivia se había incorporado al eje del contrabando de dólares cuando el ministro del Interior venezolano, Pedro Carreño, introdujo la posibilidad de una escala del famoso vuelo de la valija entre Caracas y Buenos Aires en el aeropuertode Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra. Fue un intento de poner en duda el lugar en que subió a la aeronave el maletíncon los u$s 800.000. El gobierno de Evo Morales no aceptó el convite a participar del argumento. Ayer, el ministro de Gobierno boliviano, Alfredo Rada, desmintió que se hubiera realizado una parada allí: «Debemos indicar que la aeronave únicamente hizo un sobrevuelo en territorio boliviano, no aterrizó en ningún aeropuerto del país», dijo. De todas formas, la fiscal María Luz Rivas Diez anunció que investigará esa pista.
Dejá tu comentario