“Hablaron de todo”, comento una fuente oficial a Ámbito luego del encuentro que mantuvo el presidente, Javier Milei con el exprimer ministro británico, Boris Johnson. Los temas abordados fueron desde la política internacional, la religión, la ecología, el aborto, la tecnología, hasta los músicos británicos favoritos.
Tras reunirse con Boris Johnson, Javier Milei viajará a Reino Unido y se verá con Mick Jagger
“Hubo química entre ambos”, comentaron allegados al despacho presidencial. A punto tal, que este medio pudo confirmar que Milei viajará próximamente al Reino Unido y el exprimer ministro se ocupará personalmente de organizar un encuentro con el cantante de The Rolling Stones, Mick Jagger. El tema Malvinas no estuvo en la agenda.
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“Hubo química entre ambos”, comentaban allegados al despacho presidencial. A punto tal, que este medio pudo confirmar que Milei viajará próximamente al Reino Unido. Y, el exprimer ministro se ocupará personalmente de organizar la conferencia que brindará el presidente argentino como asimismo facilitar un encuentro con el cantante, Mick Jagger.
Justamente fue Johnson quien hizo referencia a la visita de Paul McCartney, al tiempo que mostró que conocía la preferencia de Milei por los Rolling Stones. “Hace tiempo que le viene pidiendo a Cameron que le facilite el conocer a Jagger”, comentan que habría respondido Milei. “Yo lo organizo”, dicen que prometió rápidamente el exministro británico.
Puntualmente a las 15 horas ingreso Boris Johnson a la Casa Rosada con su libro Unleashed (Desatado, en español) en el brazo. La reunión que fue solicitada por Johnson con el jefe de Estado duro más de una hora y media y también participó la esposa y una asistente del exministro.
Boris le entregó el libro con la siguiente dedicatoria: “To president Mile with the best wishes” (para el presidente Milei con mis mejores deseos).
El tema Malvinas no fue ni siquiera mencionado, aclararon en la Casa Rosada. “Fue un encuentro informal”, explican. En ese contexto, los temas políticos no fueron eludidos como, por ejemplo, las próximas elecciones en los Estados Unidos, la situación de Israel, el vínculo de Argentina con el Reino Unido.
La religión también fue parte de la conversación. Aquí se analizó la relación de las tres religiones: catolicismo, judaísmo y protestante con los préstamos y la tasa de interés. La discrepancia que existe entre el catolicismo y las otras dos religiones respecto al cobro de intereses. Según, le explicó Milei a Johnson, el catolicismo siempre estuvo asociado a los Estados y, por lo tanto, no avalaba el cobro de intereses pues encarecían los préstamos. La diferencia de las otras dos religiones, según conversaron, es que tienen una concepción más del desarrollo del individuo.
La ecología que, a juicio de Milei, es una propuesta “marxista cultural” y los problemas de la caída de la natalidad mundial y la problemática del aborto, también formaron parte de la agenda del encuentro.
Libro polémico
El libro que Johnson le regaló a Milei es una autobiografía que generó polémica ya que el exfuncionario británico cuenta hechos ocurridos durante su gobierno que sorprendieron.
Desde el arrepentirse por las disculpas del ‘partygate’ reunión que mantuvo durante la pandemia, a revelar datos de la salud de la Reina o reconocer que pensó en invadir los Países Bajos.
Johnson escribe que preguntó, en su momento, a sus asesores militares “si podría ser técnicamente factible lanzar una incursión acuática” en un almacén en los Países Bajos para recuperar las dosis de vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca que él creía debían a Gran Bretaña.
El plan de Johnson, según admitió, consistía en cruzar el Canal de la Mancha de forma clandestina con lanchas neumáticas, navegar por los canales holandeses hasta llegar a las vacunas "secuestradas" y después retirarse con un camión.
Finalmente, tras consultarlo con sus asesores, el exprimer ministro desechó la idea, al considerar "una locura" la invasión de un aliado de la OTAN.
El jefe adjunto del Estado Mayor de la Defensa, el teniente general Doug Chalmers, le aseguró que el plan era "ciertamente factible", pero le advirtió que no sería posible llevarlo a cabo sin ser detectados por las autoridades neerlandesas.
“Si nos detectan tendremos que explicar por qué estamos invadiendo de hecho a un aliado de la OTAN desde hace mucho tiempo. Yo estaba secretamente de acuerdo con lo que todos pensaban, pero no quería decirlo en voz alta: que todo aquello era una locura”, sostiene el exprimer ministro británico en su libro.
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