12 de diciembre 2013 - 21:06

Uruguay, en alerta por contagio de saqueos

José Mujica.
José Mujica.
El presidente uruguayo, José Mujica, reconoció que está "preocupado" por un posible "efecto contagio" a su país de los saqueos que se registraron en la Argentina en los últimos días, e insistió que las relaciones con la Casa Rosada están "empantanadas".

"A veces los fenómenos que ocurren allá, acá se tienden a imitar. Es algo que ocurre en la civilización del Twitter y de mucho teléfono portátil que permite organizar esas cosas. Siempre se está en guardia con lo que se tiende a imitar", dijo Mujica.

En declaraciones al semanario Búsqueda, el mandatario advirtió de todos modos que en Uruguay no habrá "vacío de poder" en caso de una revuelta policial, ya que el país tiene "aceitado" el mecanismo de que el Ejército patrulle las calles.

"Siempre han existido mecanismos previsores y velocidad de respuesta" en Uruguay, evaluó Mujica y agregó: "Cuando uno ve las barbas de su vecino arder, debe poner las propias en remojo. Es un tema de responsabilidad"

Más tarde, Mujica dialogó con el canal TV Ciudad y admitió que "las relaciones con Argentina están bien empantanadas" y criticó al Frente Amplio que lo dejó "sin respaldo", tras advertir que de esto se sale "hablando y negociando".

"Las relaciones con la Argentina están bien empantanadas, y están empantanadas políticamente, porque yo me paré en la cuchilla; se sale hablando y negociando", sostuvo Mujica.

Y agregó: "En Uruguay todos se matan por pegarle a la Argentina, y yo traté de llevar adelante una política de negociar", dijo Mujica y reiteró: "¿Dónde está la burguesía que ahora se queja que no puede vender? ¿Dónde están los señores del turismo que se quejan y me piden que tenga un gesto? No papá, se acabó".

Según señaló el Presidente en declaraciones reproducidas por el diario El País estuvo "dos años bancando" que le dijeran "de todo" por las relaciones con el Gobierno de Cristina Kirchner: "Me quedé hasta sin el respaldo de mi fuerza política; sabía que la política de confrontación es estupidismo, pero caemos en un nacionalismo pueril y no miramos cuál es la conveniencia global del país. Ahora, a lo hecho, pecho. Banquen", apuntó.

Y, en este sentido, se refirió al permiso que le otorgó a la planta de celulosa UPM de incrementar su producción: "Lo hice como un acto de cansancio del estupidismo permanente en el Uruguay", aseguró.

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