La Paternal, conocida por su perfil tranquilo y su historia ligada al club Argentinos Juniors, atraviesa un proceso de renovación que la posiciona como uno de los barrios sorpresa de la Ciudad de Buenos Aires. En sus calles, donde Diego Maradona dio los primeros pasos como futbolista profesional, crece un nuevo polo gastronómico y residencial conocido como “La Isla”, delimitado por las avenidas San Martín, Donato Álvarez, Juan B. Justo y Warnes.
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Sorpresa: en el barrio que vio debutar a Diego Maradona, crece "La Isla", un nuevo foco gastronómico y residencial
Restaurantes de autor, desarrollos modernos y precios accesibles impulsan la transformación urbana de una de las zonas tradicionales de la Ciudad.
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Avenida San Martín, eje central del nuevo desarrollo urbano en La Paternal, con edificios modernos y locales gastronómicos (Foto: Click Aparts)
La zona muestra un cambio visible: locales de cocina de autor, cafés, bares y desarrollos inmobiliarios de escala media conviven con viejas casas bajas y PH reciclados. El fenómeno, impulsado por su ubicación estratégica y valores aún competitivos, atrae tanto a jóvenes profesionales como a familias que buscan tranquilidad sin alejarse del centro porteño.
“Lo que está convirtiendo a Paternal en un nuevo polo gastronómico es su cercanía con barrios como Chacarita, Villa Crespo y Palermo, donde ya se desarrollan distintas propuestas muy interesantes”, explicó Diego Grillo, de Desimone Grillo Propiedades. Según el especialista, existe un “efecto derrame” que extiende la red gastronómica hacia zonas con menor competencia y costos más bajos.
Muchos emprendedores gastronómicos eligen Paternal para instalar restaurantes en propiedades de lote propio o PH, que abundan en el barrio. “En Palermo salís a un restaurante y al lado tenés otro; en cambio, acá todavía hay aire para instalar algo nuevo. Además, la zonificación permite usos mixtos que incluyen la actividad gastronómica”, señaló Grillo.
El barrio combina tradición y apertura: mantiene un perfil barrial con plazas y casas antiguas, pero suma locales de cocina moderna, pastas, cervecerías artesanales y espacios a puertas cerradas.
Entre los más destacados figura Santa Inés, con estrella Michelin, Tita La Vedette, y el café Mar del Plata, impulsado por el actor Martín Piroyansky, que atrae público de toda la ciudad.
Pulso inmobiliario
Los valores del mercado inmobiliario en La Paternal subieron, aunque siguen siendo más competitivos que en barrios vecinos. Según Grillo, los departamentos usados de 2 a 4 ambientes oscilan entre u$s70.000 y u$s110.000 en unidades que requieren refacción, y entre u$s80.000 y u$s150.000 en propiedades recicladas o en buen estado.
En cuanto a alquileres de departamentos de dos y tres ambientes en La Paternal, dentro del mercado del usado, actualmente varían entre $400.000 y $860.000 al mes.
Las propiedades en pozo registran un aumento interanual cercano al 25%, mientras que el usado subió alrededor del 8%, según estimaciones del mercado. “Los valores continúan siendo atractivos. Todavía pueden encontrarse propiedades hasta un 50% más económicas que en Chacarita, y en terrenos la diferencia llega al 70%”, agregó el corredor.
En el segmento de locales comerciales, los alquileres acompañaron la expansión gastronómica. Ezequiel Wierzba, socio de Click Aparts, detalló que “un local chico puede alquilarse desde u$s500 al mes, mientras que uno de mayor tamaño sobre avenidas como Juan B. Justo parte de u$s1.500 mensuales”. En materia de compra, los valores varían entre u$s70.000 y u$s100.000, según superficie y ubicación.
El efecto del CUR y los PH
El cambio de Código Urbanístico impulsó la transformación del barrio. Antes predominaban zonas industriales bajo las categorías E2 y E3, pero hoy la mayoría se encuentra bajo la normativa USAM (Unidad de Sustentabilidad de Altura Media, aplica más en avenidas o ejes principales, y permite planta baja + 5 pisos + retiro, pero solo en sectores puntuales, por ejemplo, sobre avenidas San Martín o Juan B. Justo), que permite construir planta baja más cinco pisos y retiros.
“Esto generó un desarrollo muy activo a lo largo de todo el cuadrante entre San Martín, Donato Álvarez, Juan B. Justo y Warnes. Se construyen edificios de tamaño medio, con departamentos de uno, dos y tres ambientes y espacios comunes”, explicó Grillo.
Por su parte, Wierzba destacó que “se están levantando edificios con amenities como gimnasios, piscinas y terrazas, orientados a un público joven y activo. Algunos proyectos incorporan criterios de sustentabilidad, con materiales ecológicos y calefacción eficiente”.
Ariel Yeger, de Yeger Negocios Inmobiliarios, señaló que también surgen nuevas construcciones tipo PH con bajas expensas y perfil artístico. “De día Paternal tiene actividad de depósitos y talleres; de noche se encienden las luces de la gastronomía. Es un barrio que se reinventa”, afirmó.
Dentro del barrio, el área conocida como "La Isla" de Paternal se destaca por su perfil residencial y su valor simbólico. En sus calles, como Espinosa, Maturín, Añasco o Manuel Rodríguez, se concentran remodelaciones, nuevos emprendimientos y propuestas culturales autogestionadas, entre ellas La Gran Paternal, que reúne talleres de arte y espacios de exhibición independientes.
Grillo detalló: “'La Isla' mantiene una zonificación más restringida, de baja altura, lo que preserva su fisonomía tradicional. Eso la convierte en un espacio muy atractivo para quienes buscan vivir en casas con patio o terrazas, sin perder conexión con el resto de la ciudad”.
Quiénes lo demandan
Además, la cercanía con la Facultad de Agronomía y las amplias áreas verdes aportan calidad de vida y atractivo residencial. El crecimiento cultural y gastronómico reforzó el sentido de pertenencia de los vecinos y generó un entorno de fuerte identidad barrial.
El perfil de la demanda es variado. “Hoy se ve una combinación de usuarios finales e inversores. Hay compradores que adquieren fincas o lotes para desarrollar pequeños edificios, y otros que eligen el barrio por su calidad de vida y ubicación estratégica”, sostuvo Grillo Desimone.
Wierzba coincidió en que el público se compone de jóvenes profesionales, familias y pequeños inversores que buscan rentabilidad a largo plazo. La conectividad del barrio, con estación de tren, Metrobus y múltiples líneas de colectivos, amplía su atractivo.
Según Yeger, “la Paternal tiene precios más bajos que Villa Crespo, Palermo o Caballito, y con el apoyo de los créditos hipotecarios podría mostrar un nuevo movimiento en los próximos meses”. La baja vacancia de locales y el auge de proyectos sobre avenidas principales confirman la consolidación del barrio como polo emergente.
La revitalización de Paternal combina factores urbanísticos, culturales y económicos. La llegada de nuevos emprendimientos, el crecimiento del turismo interno y la instalación de locales gastronómicos impulsan la demanda inmobiliaria.
“La transformación es equilibrada. El cuadrante de avenidas se consolida con edificios nuevos, mientras 'La Isla' conserva su perfil tradicional. Es un proceso que combina modernidad y memoria barrial”, resumió Grillo.
En las calles donde alguna vez jugó un adolescente llamado Diego Armando Maradona, hoy se mezclan proyectos de obra nueva, familias jóvenes, talleres artísticos y restaurantes de cocina de autor. Un barrio que supo ser tranquilo y popular empieza a brillar como uno de los puntos más atractivos del mapa porteño.
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