Elon Musk, CEO de la compañía Tesla, dio nuevos detalles sobre los robotaxis, que se presentarían al público el próximo 8 de agosto. De todas formas, evitó responder sobre si estos vehículos llevarán volante y pedales, un requisito fundamental para una rápida aprobación.
Elon Musk evade preguntas sobre los robotaxis de Tesla y peligra su producción
Aún no hay presentación oficial sobre el vehículo que trae consigo una gran incógnita: ¿llevará o no volante y pedales?.
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Este planteo es cada vez más importante en cuanto a los planes de Tesla para el robotaxi, que ya se han retrasado para permitir más trabajo en el prototipo. En teoría, un vehículo sin volante ni pedales podría tardar meses, si no años, en ser aprobado para circular por las vías públicas. Mientras tanto, un vehículo de aspecto más tradicional podría lanzarse mucho antes.
Principalmente, esto se debe a que Tesla necesitaría la aprobación del gobierno federal para implementar un robotaxi con un diseño más radical, lo que reconoce en su carta a los accionistas, a quienes les compartió los nuevos detalles Musk.
Desde Tesla aseguraron: ''Si bien el momento de la implementación del Robotaxi depende del avance tecnológico y la aprobación regulatoria, estamos trabajando vigorosamente en esta oportunidad dado el enorme valor potencial'', aunque de todas formas, Musk negó la pregunta que se refería específicamente a dicha aprobación.
En particular, fue consultado sobre si Tesla solicitaría una exención de las Normas Federales de Seguridad de Vehículos Motorizados para desplegar un vehículo sin controles tradicionales. Su respuesta fue comparar la “solución generalizada” de Tesla con la más “localizada” de Waymo, que describió como “bastante frágil”.
Y añadió: “Nuestra solución es una solución general que funcionaría en cualquier lugar. Funcionaría incluso en una Tierra diferente”.
La problemática de los robotaxis de Tesla ante las normas
En la actualidad, las Normas Federales de Seguridad de Vehículos Motorizados (FMVSS, por sus siglas en inglés) exigen que los automóviles tengan controles humanos básicos, como volantes, pedales, espejos laterales, etc. Estas normas especifican cómo deben diseñarse los vehículos antes de que puedan venderse en los EE. UU. Si un nuevo vehículo propuesto no cumple con todas las normas FMVSS existentes, los fabricantes pueden solicitar una exención. Pero el gobierno estadounidense solo ofrece 2500 exenciones por empresa por año.
En teoría, el límite de exenciones impediría que cualquier empresa de vehículos autónomos (Tesla incluida) implemente en masa vehículos autónomos especialmente diseñados. Los partidarios de los vehículos autónomos han intentado aprobar una legislación para levantar el límite y permitir que haya más vehículos sin conductor en las vías públicas, pero el proyecto de ley está estancado en el Congreso debido a dudas sobre la responsabilidad y la preparación de la tecnología.
Hasta ahora, solo una empresa ha obtenido una exención FMVS: Nuro, que los utiliza para implementar una pequeña cantidad de robots de entrega sin conductor en Texas y California. Cruise, por su parte, solicitó una exención FMVSS para su lanzadera Origin sin volante ni pedales, pero nunca fue aprobada y ahora el Origin está en espera indefinidamente.
Otras empresas han optado por saltarse este paso por completo. Todos los vehículos sin conductor de Waymo tienen controles tradicionales, a pesar de circular por vías públicas sin conductores de seguridad. La empresa ha dicho que en algún momento introducirá un vehículo sin volante, pero todavía no ha dicho cuándo ni si solicitará una exención del FMVSS.
Musk insistirá a pesar de las críticas
Todo esto quiere decir que Tesla se enfrenta a obstáculos regulatorios similares, dependiendo de si decide deshacerse de los controles tradicionales o no. Ha habido algunas pistas sobre el tema, como dibujos de diseño que muestran el vehículo como una zona sin volante.
Los críticos han descartado el robotaxi de Tesla como algo ficticio, señalando que Waymo realiza cerca de 50.000 viajes de pasajeros cada semana, mientras que Musk continúa haciendo promesas vagas sobre un vehículo que no se ha visto y que puede que nunca exista realmente.
Musk apuesta sin duda por ello, insistiendo una y otra vez en que Tesla es fundamentalmente una empresa de inteligencia artificial y no una empresa automovilística tradicional. Sin embargo, no está dispuesto a ser transparente sobre los obstáculos muy reales que probablemente enfrentará la empresa en su carrera por hacer realidad esta visión.
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