Por su parte, van Trotsenburg entregó señales positivas para la administración de Obeid al asegurar que la privatización de la Empresa Provincial de la Energía ya no figura como condición para completar el préstamo, sino que alcanza con que la provincia no siga absorbiendo el déficit de la compañía de servicios. En el acuerdo original, el BM exigía, además, la transformación de la Caja de Jubilaciones y la sanción de una ley de administración financiera.A su vez, fuentes del BM precisaron que el tercer desembolso aún no tiene fecha, ya que también está sujeto a la marcha de las negociaciones del gobierno nacional con el FMI, que fueron corridas hasta diciembre o enero próximos para no entorpecer la colocación de los títulos nuevos para salir del default.
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Sin embargo, los que no dependen de la relación con el FMI son los créditos que forman parte de la «cartera de inversión» del BM, que integran, entre otros, los fondos destinados a paliar las secuelas producidas por la inundación que afectó a la capital santafesina el año pasado.
Cabe aclarar que mediante un acuerdo entre Santa Fe, el BM y Nación, se decidió que dos tercios del tramo adeudado se destine a los damnificados por la crecida del río Salado y que el Estado federal se haga cargo de cubrir esta parte de la deuda. Aun así, con el crédito paralizado, hasta el momento la provincia se hizo cargo de $ 110 millones para cubrir daños en familias y empresas.
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