A partir de las 0 de mañana, el país entrará nuevamente en etapa de confinamiento. Será solo por dos días y con el objetivo de reducir la circulación de fin de semana. Una medida que, se sabe, impacta de lleno en los comercios y que ya avizora una rebelión de parte de uno de los sectores más golpeados por la pandemia.
Confinamiento exprés: se rebelan comerciantes
Gastronómicos y hoteleros bonaerenses aseguraron que no cumplirán con el nuevo aislamiento. Mendoza, por su parte, no acatará la medida.
Previo al parate de nueve días, cámaras y federaciones ligadas a la gastronomía y a la hotelería advirtieron que solo cumplirían esa primera parte del DNU, pero que a partir del 31 de mayo pasado ya volverían a la normalidad previa del cierre dando a entender que el nuevo aislamiento dispuesto para el 5 y 6 de junio no sería cumplido.
El aviso fue confirmado y este fin de semana habrá comerciantes que no acatarán las medidas. Con una particularidad: en muchas ciudades los locales contarán con la venia solapada del estado municipal. Los intendentes de la oposición no tienen ninguna intención de jugarse una carta política a solo tres meses de las PASO. “Si yo le pido al dueño del restaurante más grande de la ciudad que no abra y encima lo multo, le estoy poniendo no menos de 50 votos a la oposición”, le dijo a este diario un jefe comunal de la cuarta, perteneciente a Juntos por el Cambio.
En la quinta sección, la situación no es diferente. La concejal oficialista Mercedes Morro, Secretaria General de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), le dijo a este diario que “el intendente acompaña lo dispuesto por los gastronómicos, pero no lo puede decir. Montenegro apoya el trabajo y la situación de los gastronómicos es desastrosa. Los empresarios están fundidos y cuando se toman medidas de estas características desde la Provincia y la Nación tienen que dar respuestas. Y acá no hay ayuda para nadie. Es imposible subsistir”.
En Mar del Plata la idea de los hoteleros es abrir, mientras que los bares, restaurantes y afines tienen pensado no solo levantar la persiana sino extender el horario hasta las 23 (como venía siendo hasta antes de pasar a fase 2) y no atender solamente en la vereda, sino también dentro en el salón.
“El mercado hotelero está en una crisis profunda y no sé si van a poder abrir después de que les den el visto bueno”, le contó a este medio la edil radical Vilma Baragiola. Y agregó que “los gastronómicos volvieron a abrir desde el 31. Se respetan los protocolos y de seguir así no habría problema en que sigan abiertos. Montenegro está trabajando para eso”.
La situación en Tandil, Junín, Olavarría, Balcarce y otros puntos del interior bonaerense donde gobierna la oposición es similar. Habrá que ver de qué manera reacciona el ejecutivo bonaerense tras este fin de semana.
Más allá de Buenos Aires, la situación puede llegar a darse de una manera similar. Sin embargo, una sola provincia dejó en claro su postura en desacuerdo con el DNU y aseguró que no acatará la medida. Se trata de Mendoza, donde el gobernador Rodolfo Suárez confirmó que no habrá confinamiento para el 5 y 6 de junio. “Volver al confinamiento implicará que perjudiquemos a muchos sectores. Eso podría implicar que luego no puedan abrir”, manifestó.
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