31 de octubre 2019 - 00:00

PJ inorgánico perdió 20% de distritos que ganó en PASO

Los números de las elecciones generales marcaron que el Frente de Todos será gobierno en 70 municipios mientras que Juntos por el Cambio hará lo propio en 61 de los 135 distritos bonaerenses. Los cuatro restantes se dividen entre Consenso Federal (Chivilcoy), el vecinalismo (Vilarino y Tres Arroyos) y el curioso caso de Roque Pérez que, aún, no tiene definición.

Pese a que el peronismo recuperó gran parte de las ciudades que había perdido en 2015 y que, en 2017 (durante las elecciones legislativas) se habían mostrado esquivas, los resultados del domingo dejaron un sinsabor que, puertas adentro, provocó roces de todo tipo.

Si se toman en cuenta los datos previos, el Frente de Todos perdió el 20% de las ciudades que había ganado en las PASO. Con una particularidad, en los 17 distritos que cedió de una elección a otra hubo internas. Lo que muestra a las claras que, pese a que en la idea el peronismo llegó en formato de unidad, también hubo casos donde quedó expuesto lo inorgánico de algunos precandidatos que, tras perder las primarias, no redoblaron sus esfuerzos en beneficio del ganador.

La Plata, Tres de Febrero, Lanús, San Pedro, Junín y San Antonio de Areco son algunos de los ejemplos claros de cómo, más allá de la muñeca con la que llevaron adelante la campaña los candidatos de Juntos por el Cambio, cierta parte del peronismo atentó contra sí mismo y perdió la posibilidad de concretar una victoria que, en la previa, parecía impostergable.

La ciudad de las diagonales es uno de los casos más paradigmáticos. En este distrito, el Frente de Todos presentó cinco candidatos para las PASO que, en conjunto, lograron el 47%de los votos (10 más que Julio Garro, el actual intendente) siendo un 32% de Florencia Saintout, un 31% de Victoria Tolosa Paz, 16% de Guillermo Escudero, 15% de Luis Arias y 6% de Federico Martelli.

Más allá de que los perdedores de la interna salieron a mostrarse encolumnados detrás de Saintout, no todos lo llevaron a cabo en lo concreto. “Guillermo Escudero y Tolosa Paz no movieron un pelo para beneficiar a Saintout. Y los resultados dejan todo a la vista. Garro habla del corte de boleta, pero lo que pasó es que no se fue unidos”, asegura un concejal del peronismo platense. De aquel 47%, el Frente de Todos bajó a 40%.

El caso de Lanús fue similar, pero con menos exposición. El concejal Edgardo Depetri le ganó la interna del PJ a tres precandidatos (Agustín Balladares, Víctor De Gennaro y Verónica Dell Ana) y llegó a las elecciones generales con un 48% de los votos sumados ante el 34% de Néstor Grindetti. Pero en las generales, la desunión del peronismo provocó una caída de cinco puntos.

En Tres de Febrero el bajón fue sólo de dos puntos en comparación con lo conseguido en las primarias. Pese al acompañamiento, Juan Debandi quedó a escasos votos de arrebatarle el distrito a Diego Valenzuela, quien basó su campaña en el pedido de corte y en querer mostrar a su rival político como un heredero de Hugo Curto, el barón histórico del municipio. De donde sí recibió el fuego amigo fue de parte de Martín Jofré y Sandra Lizarraga, dos concejales que, pese a autodenominarse como peronistas, siguieron la línea de otros dirigentes como Miguel Ángel Pichetto, Juan Carlos Romero y Germán Alfaro, y llamaron a votar por Juntos por el Cambio.

En el interior, lo sucedido en Junín y San Antonio de Areco también generó dudas internas. En ambos casos la caída fue cercana a un cinco por ciento en relación con las PASO. Con la particularidad de que en el distrito que es cabecera de la cuarta sección, el candidato del Frente de Todos, Mario Meoni, llegaba con la confianza plena de que “la totalidad de los votos se van a consolidar y mantener” en relación con lo alcanzado por la lista de Victoria Mufarotto. Pero no. Pablo Petrecca dio vuelta la elección y de perder por 11 en las PASO terminó ganando por un claro 10%.

El peronismo se mostró unido y, en los hechos, consiguió una victoria importante en la provincia. Sin embargo, estos casos terminaron exponiendo cómo dicha unidad no siempre va emparentada con la organicidad.

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