21 de junio 2007 - 00:00

Apostillas de la final

El equipo ganador de la Copa Libertadores de América se hizo acreedor de un premio de 2.420.000 dólares, según lo dispuso la organización del torneo. Además, el mejor jugador del partido, que fue Juan Román Riquelme, se llevó un automóvil Nuevo Corolla Fielder, valuado en 60.000 dólares, que entregó la empresa Toyota como patrocinadora oficial del campeonato continental de clubes. A esto se suma que el ganador del máximo torneo jugará el Campeonato Mundial de Clubes, que se realizará en diciembre próximo en Japón.

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Los jugadores de Boca utilizaron durante toda la noche unos tapones en los oídos «y sedantes suaves» para evitar escuchar los ruidos molestos que generaron los hinchas de Gremio. Simpatizantes del Gremio durante toda la noche lanzaron petardos y colocaron un camión gigante con parlantes desde donde difundían a un excesivo volumen música brasileña. El método utilizado por el plantel xeneize les posibilitó a los jugadores descansar tranquilamente, aunque el resto de los huéspedes del hotel Holiday Inn no tuvo la misma posibilidad y debió soportar estoicamente los ruidos molestos.

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Boca pretende que continúen en el club los delanteros Marcos Mondaini, por quien llegó una oferta de un club griego, y Mauro Boselli, jugador que le interesa al Atlas, de México, que ofreció 1.800.000 dólares por su pase. El 30 de este mes deben regresar al club el delantero Franco Cángele, que estuvo a préstamo en el Sakaryaspor, de Turquía, y el defensor José María Calvo, aunque en el caso de este último se supo que pasaría a jugar en el Getafe, de España. Calvo estuvo en el Gimnástic, que descendió, y como llegó un ofrecimiento por el jugador, la directiva de Boca ya decidió que pase al equipo donde juega el también ex Boca Roberto Abbondanzieri.

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