Boca, luego de aquella frustración que le propinó el Santos de Pelé en la final de la Libertadores de 1963, intentará desandar el camino de la revancha cuando hoy, desde las 21.40, reciba en la Bombonera al equipo brasileño en el partido de ida de la final de esta nueva edición de la Copa Libertadores.
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Esta noche, Boca producirá los regresos del lateral derecho Hugo Ibarra (que reemplazará a Pablo Jerez) y del atacante Guillermo Barros Schelotto (recuperado de un desgarro), que ingresará desde el arranque por el mediocampista cordobés Javier Villarreal. Santos logró recuperar a su figura, Robinho, un delantero de 19 años que la semana pasada sufrió un golpe en el tobillo derecho durante el partido con Independiente Medellín, que lo obligó a permanecer inactivo, pero que ya está en plenitud física. Tanto Boca como Santos accedieron a la final tras derrotar a los colombianos América de Cali e Independiente Medellín, respectivamente.
También habrá que señalar que ambos planteles vivieron de diferente manera las horas previas al trascendental cotejo. Mientras los jugadores y el cuerpo técnico de Boca se cuidaron en las declaraciones previas, el entrenador del equipo paulista, Emerson Leao, ex arquero de la selección brasileña, expresó que el conjunto argentino «desplegará una marca fuerte con gran dosis de violencia».
Estas expresiones de Leao fueron tomadas como una forma de ejercer presión sobre el árbitro. El propio Carlos Bianchi, quien, cuando fue consultado sobre el tema, se limitó a declarar que no quería polemizar con el entrenador brasileño.
Boca encarará el partido con un sistema ofensivo, ya que Bianchi decidió el regreso del lateral Hugo Ibarra -que había sido expulsado en el primer encuentro semifinal ante el América-para tener mas proyección en el ataque por el sector derecho. También resolvió incluir a Barros Schelotto y sacar al mediocampista de marca Javier Villarreal, en otro mensaje de que el equipo buscará desde el arranque quebrar la resistencia de Fabio Costa.
El Santos -a su vez-suele adoptar un esquema cauteloso cuando juega de visitante, aunque, como es tradicional en el fútbol brasileño, cuando ataca, sus mediocampistas se lanzan en ofensiva acompañando a los delanteros.
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