Desde que Diego Maradona falleció a los 60 años, el mundo futbolístico comenzó a despedirlo y homenajearlo de distintas maneras. En el fútbol profesional pudieron verse múltiples despedidas: desde camisetas con su figura, hasta aplausos en el minuto diez de cada partido y silencios ensordecedores acompañados de imágenes con sus gestas deportivas.
Desde Argentina hasta México, el fútbol amateur también despide a Maradona
Un conjunto de amigos de varias nacionalidades que armaron un equipo en el Distrito Federal decidieron agregar un homenaje al exfutbolista en su camiseta. Aquí ya piensan en replicar la idea.
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La herencia de Maradona
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Pero el fútbol amateur, el de los suburbios, el de los que lo soñaron pero no pudieron imitarlo también decidió decirle adiós. Como es el caso del equipo Atomex, un grupo de amigos que juegan en un torneo en el Distrito Federal mexicano.
En ese aspecto, Ámbito se contactó con Luis Mariani, un argentino radicado allá que llevó la pasión de su equipo en Argentina para armar una “franquicia” en el norte de América. La camiseta en cuestión tendrá en el sector derecho del pecho la frase “AD10S” y debajo la firma de Diego Maradona.
Amante de jugar al fútbol cada vez que se pueda, como todo buen maradoneano, Luis no tardó en conocer gente en México con el ojo puesto en el verde césped. “Pocos meses después de llegar, armamos Atomex para un torneo de fútbol 5. Con la base de esos jugadores logramos armar el equipo para Fútbol 11, dos años después de mi llegada, no porque no consiguiéramos jugadores, sino porque no encontrábamos cupo en los torneos de la zona”, explicó.
Y así se formó un equipo cosmopolita que incluye jugadores de México, Chile, Colombia, un español, pero mayoría de argentinos.
Para conocer bien la historia de Atomex, hay que retroceder 15 años. “En 2005 creamos con un grupo de amigos el equipo A Darle Átomos (que hoy sigue vigente con jugadores más jóvenes) y jugamos durante muchos años, pero el destino, y la edad, me alejó de la posibilidad de seguir jugando con chicos tan jóvenes y por eso creamos la ‘filial’ senior de ese equipo a la que llamamos Atomomias”, contó Luis.
“En ese momento fue cuando me mudé a México por cuestiones laborales y se presentó la gran oportunidad de exportar esta pasión. Cuando formé el equipo lo bautizamos Atomex, para seguir la línea de los otros dos nombres”, agregó.
La muerte de Maradona agarró a los equipos planeando la vuelta a las canchas y Atomex pensaba en cambiar la camiseta para la próxima temporada. “La remera era amarilla con bastones negros, lo que ya mostraba un luto en particular, pero necesitábamos explicitarlo más, por eso se me ocurrió utilizar la leyenda de su despedida y agregarle la firma más deseada del mundo”, cuenta Juan Cruz Otero, integrante de Atomomias y diseñador gráfico que se encargó de armar todo para el homenaje.
En la misma sintonía estuvo Luis, quien explicó: “Días antes de la partida del Diez, habíamos mandado a estampar unas nuevas camisetas que recordaban el color amarillo de la casaca suplente con la que levantamos nuestra primera copa. Cuando nos enteramos de la triste noticia, los argentinos del equipo, sentimos que teníamos que incluir algún homenaje a Maradona en el ‘jersey’, como le dicen acá. Por respeto a los chicos de otras nacionalidades, preguntamos si les molestaba y no hubo problemas porque la mayoría lo considera un símbolo del fútbol, no solo de Argentina”.
Lejos de los flashes y las cámaras, en cada rincón del planeta, miles de personas a las que el fútbol, o sea Maradona, les cambió la vida, quieren demostrar todo el cariño y agradecimiento para el jugador argentino y mundial. El por qué lo explican claramente los dos entrevistados.
“Para mí Maradona siempre fue sinónimo de la selección argentina por sobre todas las cosas. Creo que ese compromiso con la camiseta nacional es lo que más me conectó siempre con él. Si me importa más que gane Argentina que Boca, creo que es en gran parte por su culpa. Pero su muerte me reveló que era mucho más que eso para mí. Maradona son recuerdos de mi infancia/adolescencia. Pero no solo imágenes, sino emociones. Un grito de gol de mi viejo en el ‘86, festejar ese mundial con 6 años en el balcón de casa con un amigo, el pase a (Claudio) Caniggia en el ‘90 comiéndome las uñas en el piso del comedor, verlo por primera y única vez en cancha en el repechaje con Australia y que mi hermano me remarcara todo lo que hacía y lo distinto que era, la noticia del doping del ‘94 en la radio de la cocina, las ganas de pelearme con mis compañeros de colegio que me gastaban cuando dio positivo en Boca... De alguna u otra manera, Maradona estuvo presente en mi vida y su muerte me emocionó como nunca lo hubiera imaginado. Asumo que la nostalgia de la distancia influye, pero más fuerte es que en mi niñez y adolescencia me enseñó a soñar... y eso no se olvida”, remarcó Luis.
“Yo miraba a Maradona de chico y quería ser cómo él. Hoy mi sobrino mira Spiderman y hace el ademán de tirar una telaraña o colgarse de algún rascacielos. Yo lo tenía al Diego, lo miraba en la tele y quería jugar un mundial, quería salir campeón, quería llevar la pelotita pegada al pie, hacer un gol y festejar sonriendo con el puño en alto. El Diego fue una fantasía que viví hasta la semana pasada en la que caí que era real, que era humano como yo y ahí se hizo más grande y yo dejé de ser un poco más chico”, explicó Juan Cruz.
Maradona fue mucho más que un excelente futbolista, fue un compañero, un maestro, un amigo. Fue el que mostró el camino en un deporte que se hizo piel en millones de chicos que lo seguían por TV. Por eso, los homenajes de la actualidad, sean en el lugar que sea mueven fibras y agigantan una realidad incontrastable como la que fue Maradona.
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