29 de enero 2007 - 00:00

Un triunfo con pasaje a China

Ismael Sosa trata de desbordar a Suárez. La Selección Sub-20 no jugó bien, pero en el último segundo del partido consiguió el pasaje a los Juegos Olímpicos de Pekín.
Ismael Sosa trata de desbordar a Suárez. La Selección Sub-20 no jugó bien, pero en el último segundo del partido consiguió el pasaje a los Juegos Olímpicos de Pekín.
Seguramente, no será un equipo que haga historia por su juego, pero la Selección argentina Sub-20 logró su objetivo al clasificarse para el Mundial de la categoría que se va a jugar en Canadá y para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, en la exótica China. Un equipo sin figuras, con un juego aburrido y con muchos problemas para marcar un gol, terminó definiendo un partido frente a Uruguay con un cabezazo de Lautaro Acosta, uno de los más chiquitos, en el último segundo del partido, cuando los tres minutos de tiempo adicional que había dado el paraguayo Ricardo Grance se terminaban.

El equipo de Tocalli debió improvisar en defensa ante las ausencias de Fazio, Mercado y Gonzalo García, y puso en la cancha a Eber Banega lesionado en un tobillo. Por eso, de este triunfo es culpable Uruguay, que se sintió cómodo con el empate que lo clasificaba para los dos eventos y nunca forzó el juego para intentar ganarlo.

Apenas alguna escapada de Cavani, bien marcado por el improvisado zaguero Yacob y un remate de Elías Figueroa que hizo lucir a Sergio Romero.

El partido fue muy aburrido, casi soporífero. La Selección argentina circulaba la pelota con lentitud buscando espacios que Uruguay no le daba, y cuando eran los charrúas los que ganaban la pelota, buscaban largos pelotazos, casi siempre sin destino. El equipo de Tocalli volvió a mostrar una alarmante impotencia ofensiva, con Pablo Mouche (zurdo) estático sobre punta derecha sin perfil para desbordar y sin intentar ningún remate y con Ismael Sosa entregado a la marca de los zagueros rivales. Las entradas de Lautaro Acosta y de Gonzalo Abán le dieron un poquito más de movilidad, pero nunca dio la impresión de que iban a poder superar a los defensores y quedar mano a mano con un aburrido Fonte.

Sin embargo, después de dos intentos postreros, de ésos en los que todos empujan y ninguno sabe dónde está la pelota, llegó un córner que Moralez envió al centro del área, salió mal Fonte, y Acosta, que no es alto, cabeceó al gol.

Con el objetivo cumplido, la Selección debe cambiar mucho si quiere hacer un papel decoroso en el Mundial y debe llamar a Messi, Sergio Agüero, Mauro Zárate y el nacionalizado Gonzalo Higuaín para defender decorosamente la medalla de oro de los Juegos Olímpicos lograda en Atenas 2004.

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