El panorama monetario mundial va cambiando de la mano del devenir de las esquirlas de la pandemia, del proceso inflacionario y de la actitud y decisiones de la Fed. Así ayer, por primera vez en los últimos tres años, el rendimiento del bono alemán a 10 años escaló a niveles positivos. O sea, dejó el terreno de tasas negativas del que venía deambulando desde mayo de 2019. Vale recordar que llegó a niveles de más de 1% a mediados de 2015, cayó en 2016 por debajo de 0% para luego saltar a casi 0,75% a comienzos de 2018 y de ahí en más fue un camino de ida en baja hasta tocar casi -0,9% a principios de 2020 con la crisis sanitaria global. Pero esta suba se da justo cuando los mercados monetarios adelantaron las apuestas sobre un aumento de tasas de 10 puntos básicos del Banco Central Europeo (BCE) a septiembre en lugar de octubre.
En Alemania ya se acomodan las tasas a la nueva realidad de la Fed 1,8%
La inflación interanual de la economía germana se aceleró en diciembre al 5,3% (lo más alto desde 1992). Expectativa por las próximas movidas del Banco Central Europeo (BCE) y la Fed.
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Es toda una señal a tener en cuenta. Los operadores de las mesas de dinero globales esperan que para fines del próximo año, la tasa de política ya no sea negativa. Aunque como señala Ven Ram de la agencia Bloomberg, las claves a tener en cuenta serán qué tan sostenible es la medida, qué grado de endurecimiento en las condiciones financieras tolerará el BCE -ya que todavía puede adoptar un enfoque optimista si los rendimientos del Tesoro continúan subiendo- y dónde está el máxi-
mo a corto plazo de los rendimientos. Según esta visión, sería una sorpresa que el BCE permitiera que los rendimientos de los bonos subieran hasta donde deben estar. Dado que por ejemplo, también la tasa swap a 10 años es de alrededor del 0,41%, más cercana al nivel implícito de los bonos. Sin embargo, el rendimiento a dos años todavía está por debajo de la tasa de depósito de referencia. Esa indiferencia en la parte corta de la curva aún puede continuar, dado que es poco probable que el BCE suba las tasas este año, lo que prepara muy bien al mercado para una mayor inclinación de la curva.
Rendimientos
Mayo de 2019 fue la última vez que los rendimientos alemanes a 10 años estuvieron por encima de cero, cuando la política acomodaticia del BCE comenzó a presionar las tasas de interés a la baja. Los rendimientos negativos significaban que los inversores estaban pagando efectivamente al Gobierno alemán para que le prestara dinero, destacan los especialistas de la CNBC. Lo que ocurre es que el BCE está actualmente retrasado en su senda de normalización, en comparación con la Fed y el Banco de Inglaterra, pero el aumento de la inflación y los movimientos más amplios en el mercado mundial de bonos han contribuido ahora a que los rendimientos superen el nivel cero. Vale recordar que la inflación de la eurozona alcanzó un nuevo récord en diciembre, lo que plantea más dudas sobre la política monetaria del BCE. El banco central a cargo de Christine Lagarde dijo el mes pasado que reduciría sus compras mensuales de activos, pero prometió continuar con su nivel de estímulo sin precedentes en 2022.
Tensión
No es extraño ver en tiempos de tensión financiera que el accionar de la política de los bancos centrales se centre en el mercado de bonos. Los banqueros centrales salen a comprar bonos soberanos, reduciendo sus rendimientos, lo que a su vez reduce el costo de los préstamos para el Gobierno y también las tasas de interés para todo tipo de préstamos e hipotecas. De modo que el hecho que la tasa de referencia del bund a 10 años retorne a niveles positivos por primera vez en casi tres años hace que los costos de endeudamiento del Gobierno alemán cobren impulso. No puede soslayarse que la inflación interanual se aceleró sobre fines del 2021 y trepó al 5,3%, niveles no vistos desde 1992.
Faro
Mientras tanto, los bonos del Tesoro de EE.UU. siguen ajustándose a la nueva realidad, y tras tocar el bono a 10 años - faro para la mayoría de los inversores- un rendimiento de casi 1,88% cerró en 1,85% en máximos de dos años.
Más allá de las diferentes apuestas es un hecho que los bonos del Tesoro a 10 años alcanzaron el 2%, pero es probable que la liquidación se desacelere un poco, consideran algunos operadores de renta fija. Para ellos, los rendimientos definitivamente subirán aún más una vez que la Fed entregue su primera suba. Sin embargo, un aumento prolongado en los rendimientos podría impulsar a la Fed a moverse para tranquilizar a los mercados, especulan otros que no esperan que el rendimiento del bono de EE.UU. a 10 años siga aumentando más allá del 2%, porque argumentan que es poco probable que sea algo que el banco central a cargo de Janet Yellen lo tolere.
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