25 de octubre 2022 - 17:36

Carne: las exportaciones cayeron 5,7% y el consumo interno no repunta

El país dejó de percibir alrededor de u$s45 millones. China y la UE retraen importaciones. En las góndolas locales, a pesar de la estabilización de los precios, los consumidores no recuperaron capacidad de compra.

exportaciones de carne.jpg

El negocio frigorífico transcurre el último tramo del año con un gran signo de interrogación y bastante preocupación por la caída en las exportaciones de carne vacuna a China y la baja de los precios internacionales del producto. Al mismo tiempo, el mercado interno sigue sin mostrar signos de recuperación y continúa ubicándose en su mínimo histórico de apenas poco más de 47 kilos por habitante. A pesar de que los precios en las góndolas y carnicerías se están moviendo muy por debajo de la inflación general el poder de compra de los consumidores continúa muy deprimido y es por eso que la industria cárnica ya encendió luces de alarma.

Concretamente, según los datos del INDEC,, las exportaciones de carne vacuna registradas durante septiembre ascendieron a 54.400 toneladas peso producto, que en su equivalente res con hueso representan unas 77.500 de toneladas, desde las 82.200 toneladas toneladas embarcadas en agosto, marcando así una caída del 5,7% en volumen. En tanto, respecto a los precios, con un valor promedio por tonelada exportada de u$s5.500, septiembre registra una retracción del 5,1% respecto de los valores de agosto y más de 12 puntos respecto de los máximos alcanzados en abril, con u$s6.300 promedio por tonelada exportada.

La caída en las exportaciones no está relacionada de ninguna manera a una intervención del Gobierno en el sector, sino que los principales compradores de la Argentina, China y Europa muestran señales de retroceso en sus economías que a su vez impacta en sus importaciones y por ende en los precios internacionales. Un escenario complejo para la industria cárnica local, muy dependiente de estos mercados.

"Sucede que nuestros dos principales mercados, uno por volumen y el otro por precio, siguen muy complicados y comienzan a curvar la tendencia auspiciosa de meses anteriores erosionando a un ritmo cada vez mas acelerado la ganancia acumulada hasta el momento. Por un lado, China, con una economía que continúa en serios problemas, donde la desaceleración de la actividad generada por las prolongadas cuarentenas sigue haciendo mella en los principales indicadores de crecimiento. Por el otro, Europa, sufriendo las consecuencias de la guerra en Ucrania de manera directa, donde la escasez energética lleva a un encarecimiento general de costos que se ve plasmado en una inflación muy superior a la que los consumidores están acostumbrados a soportar. Sumado a ello, la fortaleza del dólar frente al resto de las monedas hace que ambos mercados vean diezmado su poder de compra en el exterior", explican desde el Mercado Ganadero de Rosario Rosgan.

Los números hablan a las claras y entre ambos destinos, en los últimos dos meses, Argentina dejó de ingresar divisas por unos u$s45 millones, producto de la caída de valores, acrecentada desde agosto.

En este marco desde el Rosgan remarcan: "La pregunta es cuán lejos nos encontramos de estabilizar un piso y cuán prolongada podría ser la caída. Los valores de referencia que maneja la industria siguen testeando nuevos retrocesos respecto de las cotizaciones de septiembre. En el caso de RAL Hilton (“Ramp & Loin”), según datos de APEA, la referencia correspondiente a la primera quincena de mes volvió a perder unos u$s1.300, situándose en los u$s9.700 la tonelada. En tanto que el Garrón y Brazuelo (“Shing & Shang”) que se exporta a China, pasó de u$s6.000 a u$s5.700 en tan solo 15 días.

Claramente el ritmo de embarques también se está viendo afectado. Las certificaciones de exportaciones informadas por SENASA en lo que va de octubre muestran una desaceleración significativa de embarques respecto de los datos de septiembre. En el caso de Europa, la llegada del invierno en un contexto de fuerte restricción energética no ofrece el mejor escenario para la recuperación en el corto plazo. En tanto China, que por estacionalidad de compras debería estar transitando los meses de mayor actividad comercial, al parecer sigue con stocks muy pesados en manos de importadores que han tomado posición sin considerar el drástico freno que generaría sobre el consumo los prolongados confinamientos.

Mercado interno y consumo

La situación en el mercado interno tampoco muestra índices positivos. En primer lugar la sequía aceleró la faena de animales, tanto para consumo doméstico como para la exportación, lo que en el corto plazo generará una mayor oferta de producto en las góndolas. En tanto, los precios en los remates y las ferias del ganado en pie están mostrando una retracción y a su vez en las góndolas la carne vacuna se ubicó en valores que se mueven muy por debajo de la inflación general.

Hasta no hace tanto tiempo el producto mostraba incrementos anuales de más de 20 puntos por arriba de la inflación general pero desde hace al menos tres meses esa tendencia decayó y la carne evidencia subas muy acotadas. Los precios en promedio no se mueven pero lo cierto es que el poder de compra del consumidor sigue muy castigado y el consumo está lejos de despegar. La realidad demuestra que mientras la carne no aumenta, otros productos de la canasta básica están mostrando incrementos superiores al 200% en apenas un mes. Por caso, el kilo de papa cotiza a $400 en las verdulerías de Capital Federal y alrededores, mientras que un kilo de carne está en alrededor de u$s1.000. En ese comparativo la carne vacuna está barata, pero los compradores están lejos de poder recuperar el consumo. Un callejón sin salida tanto para los frigoríficos como para los consumidores que cada vez comen menos carne.

Dejá tu comentario

Te puede interesar