5 de octubre 2021 - 00:00

El saldo de caja del comercio exterior de agosto fue de u$s608 millones

En la medida en que la economía va recuperando actividad, el superávit del intercambio comercial se achica porque crecen las compras de insumos. Por cada punto de suba del PBI suben 3 las importaciones.

La Aduana reactivará una área clave en el comercio exterior para detectar operaciones de subfacturación 

La Aduana reactivará una área clave en el comercio exterior para detectar operaciones de subfacturación 

Foto: NA

El Banco Central siente en la “caja” el efecto de la mayor actividad económica. En agosto, luego de recibir divisas por exportaciones y pagar las importaciones le quedaron en limpio solo u$s608 millones, lo que equivale a una caída del 59% respecto del superávit que tuvo en julio. A pesar del fuerte bajón, la cantidad de dólares para la autoridad monetaria fue 66% más alta que en el mismo período de 2020, teniendo en cuenta que por una cuestión estacional desde el octavo mes del año disminuye fuertemente el saldo.

De acuerdo con los datos del Banco Central, la caída del superávit se debió más que nada al incremento de las importaciones combinado con una baja de las liquidaciones de exportaciones, aunque de menor proporción. En agosto, el BCRA registró una entrada de u$s6.806 millones, cifra que es 67% mayor a la registrada el año pasado. Por el lado de las importaciones, hubo pagos por u$s6.198 millones, con una suba también del 67%. La diferencia es que en 2020 el ritmo de las compras se mantuvo más o menos constante, debido al cierre de las actividades. En 2021, el pago de las importaciones viene creciendo de manera constante. Mientras que en los primeros ocho meses del 2020 los importadores enviaron al exterior en promedio por mes u$s 2.821 millones, este año lo hicieron por u$s 4.897 millones lo que marca un incremento del 73%. En cambio, los ingresos de dólares crecen a un ritmo más lento, del 56%. Entre enero y agosto del año pasado los exportadores liquidaron u$s 4,127 millones promedio por mes, mientras que este año están ingresando u$s 6.478 millones.

Más actividad

Todo sería producto de la mayor demanda de importaciones que están mostrando los diferentes sectores productivos que durante el período de la cuarentena fuerte estuvieron parados y por lo tanto no necesitaban de insumos ni de partes. Más del 70% de las importaciones argentinas se vinculan con insumos o maquinarias y equipos.

Por caso, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que reúne solo las declaraciones de los operadores del comercio exterior a la Aduana, en agosto se registró un saldo superavitario devengado de u$s2.339 millones, es decir, u$s1.731 millones más que lo que quedó “en caja” realmente.

De acuerdo con el organismo estadístico, durante el octavo mes del año se declararon exportaciones por u$s 8.093 millones (u$s 1.287 millones más que el BCRA) e importaciones por u$s5.754 millones (u$s 444 millones menos). Eso implica que en agosto quedaron dólares por cobrar y a su vez divisas por pagar.

Para analistas de los mercados, el incremento de las importaciones a partir de la segunda mitad del año era algo esperable en función de que la economía se va recuperando. El Ministerio de Economía estima que este año, el PBI subiría un 8%, y con se volvería a casi el mismo nivel del 2020 cuando el desplome fue 9,9%. Pero algunos consideran que el BCRA podría verse obligado a demorar importaciones. En la autoridad monetaria aseguran que la administración de los dólares del comercio exterior no va a afectar a los sectores productivos.

Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI afirmó a Ámbito que “es de esperar que traten de pisar las importaciones aún a riesgo de frenar el rebote en algunos sectores”. El especialista graficó que “por cada punto de crecimiento del PBI suben 3 las importaciones”. Advirtió que en las próximas semanas tienen que comenzar los preparativos de la siembra de soja de la próxima campaña que requiere de agroquímicos importados. En base a ello, el analista no descarta que se puedan producir entonces mayores demoras para la importación de bienes finales que no sean esenciales.

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