Malo, pero como fue reducido, da la sensación de resultar menos malo. El tránsito por el día, y estando indudablemente a tono con lo que sucede con los sindicatos, resultó otra fecha de «paro bursátil», que se visualizó más nítidamente a través de la detención de órdenes.
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El indicador de líderes estuvo a punto de perforar nuevamente los 1.200 puntos, se quedó sobre el alambre de los 1.202 de nivel mínimo, pudo reconocer fugazmente un máximo de 1.229 y superando el cierre anterior para fundir su frente, ante la carencia de respaldos, y culminar en 1.204.
Muy cerca del mínimo y fijando un retroceso de 1,7 por ciento para el conjunto de «25» ponderadas. En el Burcap el negativo se amplió a casi 1,8 por ciento, quedando 21 especies de la plantilla mostrando camino adverso.
•Bajo caudal
El hecho más destacado resultó la intensa depresión en órdenes, en una plaza que pareció querer agotarse en liquidez para ver si se protegían más los precios, y a pesar de ello, la baja se hizo presente en las cotizaciones. Imaginar la magnitud del recorte, si se hubiera contado con mayor volumen, es lo que siembra inquietud superior a lo que quedó plasmado.
Con $ 20 millones en certificados, las acciones solamente contaron con $ 37 millones para ellas: casi nada.
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