El CEO de Hyundai cuestionó la importación de usados: "Destruirá el parque automotor"

Ernesto Cavicchioli, representante de la marca surcoreana en el país, fue crítico sobre esa política y fundamentó: “Sería como dar vía libre para que entre cualquier cosa, abriríamos una puerta que va en contra del usuario". Se mostró optimista con el crecimiento de la marca y mencionó la alianza con GM para compartir plataformas. "Son diálogos que pueden abrir oportunidades”, dijo.

Ernesto Cavicchioli, CEO de Hyundai Argentina

Mariano Fuchila

Hyundai Argentina vive un 2025 de alto crecimiento, pero sin perder de vista los desafíos estructurales del mercado automotor. En ese sentido, el CEO de la marca en el país, Ernesto Cavicchioli, advierte sobre el riesgo de abrir la importación de autos usados sin regulación: “Sería como dar vía libre para que entre cualquier cosa. Lo que pasó en Perú o en el norte de Chile podría replicarse acá, y el impacto sería devastador para el parque automotor y para la industria”.

En sintonía, recordó que países como Japón exportan vehículos de descarte, muchas veces con volante a la derecha, que luego son adaptados en destino para circular. “Son autos sin controles mínimos de seguridad, sin ESP, sin airbags, sin normas de emisiones. En Argentina eso está regulado, pero con los usados abriríamos una puerta que va en contra del usuario y del estándar que tanto costó construir”, subrayó en diálogo con este medio, tras participar en uno de los panes del evento de Nueva Movilidad del ciclo Ámbito Debate.

Crecimiento de las ventas

El perjuicio no sería solo técnico, sino económico: “Hoy hay 15 millones de autos circulando. Si permitís la entrada de vehículos obsoletos, vas a destruir el valor de todos esos autos. Nadie puede competir con algo que entra a precio de descarte y sin impuestos”, sostuvo Cavicchioli.

La advertencia llega en un contexto de fuerte expansión para Hyundai: en el primer semestre de 2025, la marca creció un 600% en patentamientos respecto al mismo período de 2024, una cifra notable en comparación con el mercado general, que creció alrededor del 70%. El salto, explicó Cavicchioli, responde a la eliminación de los cupos de importación y la posibilidad de abastecerse desde Brasil con productos como el HB20 hatch y sedán. “Por primera vez tenemos un modelo competitivo en el segmento B. Eso nos pone en otra liga”, explicó.

Consultado sobre la posibilidad de fabricar en la Argentina, el directivo fue claro: “Para que Hyundai piense en una radicación industrial, primero tiene que madurar el volumen. Nosotros tenemos una base de más de 30 años en el país, pero no somos fabricantes. Esa decisión es estratégica y se toma desde Corea”. Sin embargo, reveló que existen conversaciones con General Motors a nivel global para compartir plataformas y tecnologías, lo que podría derivar en un esquema de producción conjunta en la región. “Nada es inmediato, pero son diálogos que pueden abrir oportunidades”, reconoció.

Cavicchioli también se refirió a las recientes medidas del gobierno de Javier Milei que impactan en el negocio automotor. Valoró la liberación del mercado de importación con arancel del 35%, la eliminación de la primera escala del impuesto interno y la reducción de la segunda escala del 54% al 22%. No obstante, planteó una crítica al sistema de incentivos para híbridos y eléctricos: “El tope de 16.000 dólares deja afuera a muchas marcas, incluida Hyundai. Tuvimos que bajarnos del cupo porque directamente no llegamos a ese precio”.

Cavicchioli también se refirió a las recientes medidas del gobierno de Javier Milei que impactan en el negocio automotor.

Mariano Fuchila

A su juicio, la solución sería establecer un esquema de beneficios según tipo de tecnología (híbrido, eléctrico, mild hybrid), sin cupos ni restricciones por precio, como ocurre en Uruguay. “Eso permitiría competir en igualdad de condiciones entre marcas chinas, coreanas, japonesas o europeas. Hoy el 95% de los cupos está siendo utilizado por autos chinos”, aseguró.

Sobre el futuro, Cavicchioli fue optimista pero realista: “Lo que diferencia esta etapa de otras que vivimos es la alianza con Brasil. Eso nos da estabilidad, previsibilidad de producto y menores riesgos frente a los vaivenes cambiarios. Pero si queremos una Hyundai que crezca de verdad, necesitamos reglas claras, menos impuestos distorsivos y una estrategia industrial de largo plazo”.

La marca ya prepara nuevas novedades para el mercado local, incluyendo el Tucson híbrido 4x4 y la llegada futura del Ioniq 5, uno de los autos eléctricos más vendidos en Estados Unidos. Sin embargo, el precio final con carga impositiva lo aleja del consumidor medio: “Con el 35% y el 22% de impuesto interno, ese auto termina valiendo más de 100.000 dólares”, detalló.

Por ahora, Hyundai seguirá apostando a fortalecer su red, consolidar su presencia en el segmento B con productos brasileños y mantener viva la discusión sobre el rol de las automotrices importadoras en un mercado históricamente dominado por terminales radicadas. “Estamos acostumbrados a jugar con las reglas que nos tocan. Pero cuanto más claras, mejor para todos”, concluyó.