21 de agosto 2012 - 10:37

El mercado le dio un respiro a España: colocó deuda a tasas más bajas

El mercado le dio un respiro a España: colocó deuda a tasas más bajas
España aprovechó la relajación de los mercados para emitir 4.515 millones de euros en deuda a corto plazo, pero sin una acción contundente del BCE, que el gobierno de Mariano Rajoy reclama con insistencia, los próximos meses podrían ser muy difíciles para el país.

En su reencuentro con el mercado de deuda tras una pausa estival de tres semanas, Madrid se benefició de intereses en fuerte baja respecto a la última emisión similar, el 17 de julio: 3,070% para las letras del Tesoro a 12 meses (frente a 3,918%) y 3,335% para la deuda a 18 meses (frente a 4,242%).

Con más de 10.500 millones de euros, la demanda de los inversores superó en más del doble la cantidad de deuda colocada, lo que permitió a España emitir por encima de su horquilla prevista, de entre 3.500 y 4.500 millones de euros.

"Se puede considerar que la subasta ha sido exitosa", afirma Soledad Pellón, analista de la firma de corretaje IG Markets, pese a que "no hay que olvidar tampoco que es una subasta a corto plazo". "Este tipo de subastas suelen ser más exitosas, son más fáciles de colocar, pero no son muy representativas", explica.

El verdadero test, considera, tendrá lugar el 6 de septiembre, la próxima subasta a largo plazo. "Creo que va a ser cuando vamos a ver realmente el apetito que hay sobre los bonos espanoles", señala.

Fuertemente presionada por los mercados desde el inicio del verano boreal, España se beneficia ahora de la relajación suscitada por las declaraciones a principios de agosto del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.

Este se declaró dispuesto a realizar "operaciones en el mercado abierto de una dimensión adecuada" para frenar las tasas de interés "inaceptables" que deben pagar algunos países de la Eurozona como España e Italia.

Pero esta distensión podría ser de corta duración, dado que Alemania, peso pesado de la Eurozona, sigue mostrando sus reticencias a una acción masiva del BCE.

Sería "desde un punto de vista teórico muy problemático" que el BCE determinase unas diferencias máximas en los tipos de interés pagados por los países europeos a partir de las cuales intervendría comprando deuda de forma masiva, consideró el lunes el portavoz del ministerio alemán de Finanzas.

Como era de esperar, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, presiona en sentido contrario. "La idea del ministro es que la intervención del BCE en los mercados secundarios de deuda tiene que ser muy contundente, sin límites ni temporales ni cuantitativos", explicó el martes a la AFP su portavoz.

Se lograría así "una acción que tenga el efecto que busca el BCE por el otro lado: disipar las dudas sobre el futuro del euro", aseguró.

España, a la que la Eurozona ya prometió una ayuda de 100.000 millones de euros para sanear sus bancos -debilitados por el estallido de la burbuja inmobiliaria-, podría verse empujada este otoño boreal a pedir un rescate global para su economía, a través de una acción del BCE.

Porque, sin dicha ayuda, "las dudas sobre la capacidad de financiación de España podrían llegar más bien en octubre", un mes que "concentra un importante volumen de vencimientos" de deuda, con 9.020 millones de euros a corto plazo y 24.158 millones de euros a largo plazo, recuerdan los analistas de Bankinter.

"Todavía quedan por ver muchas cosas", señala Pellón. "Todavía no sabemos qué condiciones se van a imponer a España en caso de que nos intervengan", agrega.

"Es muy difícil mantener el mercado calmado como está ahora si de verdad no hay nada detrás: ahora tenemos detrás una posible intervención del BCE, si llega un momento en que se desmiente y finalmente no llega, podrán volver las tensiones y se puede complicar mucho la cosa", advierte.

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