Un cambio brusco de tendencia, motivado por cuestiones climáticas en Estados Unidos, hizo evaporar casi u$s 800 millones de las arcas de los productores argentinos de soja que ya apuestan a la campaña 2007/08 de la oleaginosa, que volvería a ser récord.
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El mercado internacional marcó, otra vez, el camino y perdió 4,4% por segunda jornada consecutiva, rozando el límite de baja permitido por el mercado. La cotización en Chicago cerró en u$s 306 por tonelada, una baja de 4,4%. En la Argentina, en tanto, el valor de la tonelada de soja se ubicó en u$s 190, es decir, 8,2% menos que dos días atrás, o bien u$s 17 de pérdida. Si se considera que la cosecha del año próximo será similar (en realidad, se cree que mayor) a la 2006/07, de 47 millones de toneladas, las pérdidas por los coletazos mundiales serían impactantes para los productores (800 millones de dólares menos en tenencias de grano) y sustancialmente considerables para el gobierno, que vería disminuir sus ingresos por las retenciones a la exportación (alrededor de u$s 220 millones).
La soja cayó en EE.UU. a un valor similar al que tenía dos semanas atrás, cuando estaba en franca expansión. El límite de baja alcanzado durante dos jornadas remonta la situación a dos años tras como consecuencia de lluvias en el medio este estadounidense, que hacen prever mejores perspectivas para la oleaginosa.
El viernes pasado, la cotización internacional del grano había alcanzado el valor más alto en tres años debido a la sequía imperante en las zonas de producción estadounidenses. Las primeras insinuaciones de lluvias ya generaron tomas de ganancias de los especuladores (especialmente fondos de inversión) que habían volcado sus tenencias al mercado de futuros. Analistas argentinos coincidían en que «el mercado ya sabía que la cuestión climática tenía un gran componente en el precio, pero no se esperaba una corrección bajista tan violenta». En la Argentina, el mercado de futurosmuestra que la soja julio de 2007 se cotiza en u$s 212 por tonelada y presenta una disminución inferior. Pero los productores calculan sus cosechas a valores del mercado físico frente a la presunción de que a la hora de cosechar los precios se equiparen a los actuales. «La soja tiene un diferencial de u$s 20 y nadie sabe quién los tiene. Son perversiones de la estructura comercial», indicaba ayer el dirigente Horacio Delguy, del Frente Agropecuario Nacional.
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