Lentamente la relación comercial entre la Argentina y Brasil, muy conflictiva en los últimos años, va reacomodándose, al amparo de la sintonía política que muestran Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva y la reducción del déficit que aún se mantiene con el país vecino. Ayer el Ministerio de Economía tomó una decisión importante para continuar con el mejoramiento de estas relaciones, al restituir la Argentina el arancel de 35% para que se puedan importar automóviles desde Brasil en lugar del que regía hasta ahora que era de 70%. Esta medida se suma a la decisión anunciada el martes, de terminar también con las trabas para las compras nacionales de acondicionadores de aire fabricados en ese mercado; mientras que se espera que en las próximas semanas se llegue a una reglamentación similar para el mercado de calzado deportivo y, eventualmente, electrodomésticos.
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Con todo esto el gobierno argentino quiere transmitir a Brasil un mensaje de correspondencia a la alianza estratégica que los dos presidentes terminaron de cerrar en noviembre del año pasado en la cumbre de las Américas; donde ambos estados decidieron unificar posiciones en todas las negociaciones multilaterales que se mantengan.
Dentro de esta política que está aplicando la Argentina, debe inscribirse la medida que fue reglamentada ayer a partir de la Resolución 266 que tiene la firma del secretario de Industria, Miguel Peirano. La misma anuncia que se restituirá el arancel de 35% para la importación desde Brasil de vehículos terminados y que hayansido producidos por terminales que no tengan plantas dentro de la Argentina. El gobierno había aumentado los aranceles a 70% para los vehículos y 75% para las autopartes durante 2005, luego de que el déficit comercial del sector excediera el límite establecido en el Acuerdo sobre Política Automotriz Común (PAC). El alza de los aranceles estaba contemplada en el mismo acuerdo ante casos de marcada asimetría comercial entre los dos países en el sector automotor.
Las terminales que se verán beneficiadas son, entre otras, Honda, Nissan, Chrysler, Audi y Land Rover; todas fábricas presentes en el país vecino que producen algunos modelos para toda Latinoamérica desde ese mercado.
La medida de reducir el arancel para las importacionesautomotrices debe cruzarse con otra resolución, conocida el martes, y que levanta las sanciones para los fabricantes brasileños de acondicionadores de aire; los que debían pagar un sobreprecio para poder colocar unidades en la Argentina. Esta sanción era compartida con China, país al que se le mantendrán por dos años más las medidas paraarancelarias.
Para las próximas semanas, la secretaría de Miguel Peirano estudia la situación de dos mercados conflictivos para el comercio bilateral: el del calzado deportivo y el de los electrodomésticos. Según los datos preliminares,en el primer caso podría haber algún tipo de paliativo a las trabas para importar bienes de este capítulo aduanero, ante la aceleración en el levantamiento de varias plantas de capitales brasileños dentro del territorio argentino. La situación de los electrodomésticos es más complicada, ya que la mayoría de las plantas presentes en la Argentina están trabajando por debajo de 50% de su capacidad instalada.
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