Con tan solo once años y una curiosidad que superaba su edad, Erik Fineman se metió en el mundo de las criptomonedas sin saber que esa decisión marcaría un antes y un después en su vida.
Invirtió en bitcoin por curiosidad a los 11 años y ganó una fortuna: la insólita historia de Erik Fineman
Siendo un niño tomó una decisión financiera que cambió su destino para siempre y lo llevó a liderar proyectos innovadores.
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A sus 11 tomó una decisión que cambió el rumbo de su vida para siempre.
Aquel paso, guiado por un consejo familiar y un regalo de su abuela, lo llevó a recorrer un camino fuera de lo común: fundar una startup, rechazar la universidad y convertirse en un referente joven del ecosistema tecnológico global.
La historia del éxito a los 11 años
Corría el año 2011 cuando Erik Fineman, entonces un chico inquieto, recibió mil dólares como regalo de su abuela. En lugar de gastarlo en juguetes o videojuegos, siguió una recomendación de su hermano mayor y destinó esa suma a comprar bitcoins, que en ese momento cotizaban a solo 12 dólares cada uno.
Con el tiempo, su inversión se multiplicó de forma exponencial. A fines de 2013, cuando el valor de cada bitcoin alcanzó los 1.200 dólares, Erik decidió vender parte de sus activos y obtuvo una ganancia de cien mil dólares. Con ese capital inicial, en 2014 lanzó una plataforma educativa pensada para conectar a estudiantes con docentes mediante videollamadas, inspirándose en su propia experiencia insatisfactoria dentro del sistema escolar tradicional.
Instalado en Silicon Valley y con ambiciones cada vez más grandes, Erik apostó todo a su proyecto y a un estilo de vida basado en el aprendizaje constante fuera del aula. Incluso hizo una promesa a sus padres: si lograba convertirse en millonario antes de cumplir los 18, no asistiría a la universidad.
Esa meta no solo la cumplió, sino que la superó con creces. En 2015, vendió su empresa educativa y se le ofreció elegir entre recibir 100 mil dólares o 300 bitcoins. Decidido a mantener su visión a largo plazo, optó por la criptomoneda. Esa elección lo ayudó a alcanzar el estatus de millonario antes de la mayoría de edad.
Hoy en día, Erik Fineman sigue activo en múltiples proyectos tecnológicos y científicos, incluyendo colaboraciones con organismos como la NASA.
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