15 de mayo 2007 - 00:00

La Casa Blanca reiteró su apoyo a Wolfowitz en un día clave

Paul Wolfowitz.
Paul Wolfowitz.
Está previsto que Wolfowitz comparezca hoy a partir de las 5.00 locales (17.00 GMT) ante el Consejo Ejecutivo, en un último intento por mantener su puesto, en una reunión a puerta cerrada y de la que bien podría no haber información oficial.

La Casa Blanca volvió a defender hoy al presidente del Banco Mundial (BM), Paul Wolfowitz, un día después de que un panel investigador confirmara que violó las normas del organismo y en medio de una enorme presión para que dimita.

"Hemos dejado claro que respaldamos a Paul Wolfowitz", señaló el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow.

Reconoció que el ex número dos del Pentágono cometió errores al ascender y subir el sueldo a su novia, Shaha Ali Riza, una funcionaria del Banco Mundial, aunque precisó que el asunto "no es motivo de despido".

Está previsto que Wolfowitz comparezca hoy a partir de las 5.00 locales (17.00 GMT) ante el Consejo Ejecutivo, en un último intento por mantener su puesto, en una reunión a puerta cerrada y de la que bien podría no haber información oficial.

El Consejo, integrado por 24 directores que representan a los 185 miembros de la entidad, prevé emitir mañana miércoles un comunicado sobre la actual controversia.

El órgano directivo podría solicitar a Wolfowitz que dimita, expresar un voto de no confianza o adoptar alguna medida para reprenderlo.

Los integrantes del Consejo recibieron a última hora de ayer una copia del informe elaborado por un panel investigador, en el que se se describe a un Wolfowitz preocupado con "sus propios intereses" y alguien que se creyó ajeno a las normas del organismo a la hora de fijar las condiciones laborales de su pareja.

Wolfowitz se refirió a los hallazgos del panel como "desequilibrados y erróneos" y argumentó que se omitieron documentos que respaldan su posición.

"El grupo concluye que (...) desde el principio Wolfowitz se presentó a sí mismo en oposición de las reglas establecidas de la institución", destaca el informe.

"No aceptó las políticas del banco sobre conflicto de interés y buscó negociar por su cuenta una resolución diferente de la que hubiese correspondido al personal al que fue elegido para dirigir", añade el documento del panel investigador.

Wolfowitz informó al Consejo Ejecutivo a su llegada a la institución financiara que tenía una relación romántica con una empleada.

Pidió ser excluido de las decisiones sobre el sueldo de ésta, pero insistió de forma reiterada en mantener contacto profesional con ella, pese a que las normas del organismo multilateral consideran ese contacto como un conflicto de interés.

El comité de Ética recomendó que Riza fuera transferida temporalmente fuera del banco y que recibiera un aumento de sueldo y una promoción.

Wolfowitz actuó en consecuencia y decretó un abultado aumento que excede lo estipulado por la entidad sin consultar los detalles con el Consejo Ejecutivo.

El ex número dos del Pentágono mantiene que obró de buena fe, algo que disputa el informe recién publicado.

EE.UU., el principal accionista del BM y el encargado de nominar al presidente de la institución lo defiende a capa y espada, pese a las críticas de otros países, sobre todo los europeos.

"Una lectura detenida de los hechos en este informe demuestra que se trata de una situación única en la que todas las partes cometieron errores y en la que puede que la comunicación no fuera lo suficientemente clara", aseguró el lunes Brookly McLaughlin, una portavoz del Departamento del Tesoro.

A esas declaraciones se suma una información publicada el lunes por el diario Financial Times, en la que se aseguró que EE.UU. trata de organizar una conferencia telefónica de "emergencia" con los ministros del Grupo de los Siete (G-7) países más industrializados para convencerlos de que permitan a Wolfowitz permanecer en el cargo.

El escándalo que rodea al presidente del Banco Mundial ha dado la vuelta al mundo y ha hecho que expresen su opinión responsables políticos desde todas las esquinas del planeta.

Hoy se pronunciaron al respecto la ministra de Desarrollo alemana, Heidemarie Wieczorek-Zeul, quien estimó que Wolfowitz debe de dimitir, y el ministro de Economía italiano, Tommaso Padoa Schioppa, quien dijo seguir el asunto "de cerca".

Una portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino también habló sobre el tema, al señalar que espera que la situación se resuelva de forma justa y eficaz.

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