8 de marzo 2001 - 00:00

López Murphy cree que con su plan el país crecerá 7%

López Murphy cree que con su plan el país crecerá 7%
Ricardo López Murphy y su equipo económico prometen que si se les permite comenzar a realizar «las reformas estructurales pendientes», la Argentina puede crecer un promedio de 6,9 por ciento anual en los próximos 10 años. Por el contrario, si no se realiza esta tarea, el crecimiento sería de 3,8 por ciento o incluso menos. Aseguran que para lograr esa meta de 7 por ciento anual promedio, se debe reducir el gasto público en 3,5 por ciento anual y luego bajar impuestos. Además hablan de abrir más la economía y de afianzar la seguridad jurídica. Con este diagnóstico general, prometen y aseguran que «la desocupación podría bajar en 2005 a 11 por ciento y 10 años después, a 4,2 por ciento». Estas conclusiones pertenecen al último informe preparado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), llamado «Una Argentina posible, ¿cómo impulsar el crecimiento económico en la próxima década?» al que tuvo acceso Ambito Financiero. El informe fue desarrollado a fin del año pasado, actualizado en los últimos días, y entregado a López Murphy, Daniel Artana, Santiago Urbiztondo y el resto de los economistas de la Fundación que ahora llegarán a la administración pública con este informe bajo el brazo.

Como punto clave del informe, se asegura que en los próximos 10 años la Argentina puede mantener sin problemas la convertibilidad,
pero mejorando obligatoriamente las cuentas fiscales.

Los principales puntos del informe, definido por una fuente de FIEL como «casi el programa de gobierno ideal de López Murphy, y lo más cercano posible a lo que él quiere hacer» son los siguientes:

* Sólo a partir de un incremento en la producción pueden concretarse incrementos en el consumo de la población o en las exportaciones. La estabilidad macro, la disciplina fiscal, la apertura de la economía y la estabilidad en las reglas de juego (seguridad jurídica) son las políticas más importantes para alcanzar una tasa de crecimiento elevada.

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Una economía que recurre al ahorro externo como forma de financiar alrededor de 20 por ciento de la inversión está más expuesta que otras a los cambios en los flujos internacionales de capitales o a aumentos en el riesgo-país. Esto se potencia en el caso argentino por su asociación comercial con Brasil, que es más grande en tamaño y más volátil.

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La Argentina debe abrir más su economía. El arancel de importación promedio es del orden de 14 por ciento, sensiblemente superior al que rige en los países desarrollados o en Chile, que converge a un nivel uniforme de 6 por ciento. La Argentina debe acercarse a este porcentaje.

* Si se proyecta el crecimiento económico para la próxima década bajo la hipótesis de que no se avanza en las reformas pendientes, pero con una mejora gradual de las condiciones externas, el modelo macroeconómico desarrollado en el trabajo muestra que la Argentina puede promediar en los próximos 10 años una tasa de crecimiento real del producto de 3,8 por ciento. Este crecimiento sería calificado como inercial. Si se retrocede en las reformas estructurales en términos relativos a lo logrado en la década del '90 o en comparación con otros países emergentes, el crecimiento económico argentino puede ser inferior incluso a 3,8 por ciento por año. Los organismos económicos de crédito pronostican para la primera parte de la década un crecimiento de la economía mundial de 4,1 por ciento al año, y superior a 5,5 por ciento por año para los países en desarrollo.

* Si se avanza en las reformas pendientes, la economía argentina puede alcanzar un ritmo de crecimiento de 6,9 por ciento por año.
Para ello es necesario: 1) profundizar la apertura económica y la orientación promercado con regulaciones de servicios públicos y acciones de defensa de la competencia adoptadas con criterio profesional, 2) reducir primero el consumo público a un ritmo anual de 3,5 por ciento real, para posteriormente reducir las tasas impositivas, pero luego de lograr equilibrar el presupuesto e integrar un fondo de estabilización fiscal, 3) concretar un avance importante en las reformas institucionales de modo tal de alcanzar un grado de confianza similar al que ocurre en Chile.

* En este escenario, y luego de cumplir con la reducción promedio de 3,5 por ciento en el gasto público (u$s 9.700 millones), se podría reducir el IVA a 20 por ciento a partir de 2002 y llegando a 15 por ciento en 2010.

* Se puede hablar, como factor de confianza, de volver la situación de ganancias al nivel anterior a diciembre del '99; esto es, antes del «impuestazo» de José Luis Machinea.

* El informe de FIEL le otorga un papel fundamental para el crecimiento al grado de respeto de la seguridad jurídica. Dentro de esto, se asegura que la Argentina aparece en el puesto 38 de los 49 países incluidos en las mediciones del Banco Mundial; y donde se asegura que la posición es peor a la de Brasil, Chile, México, Uruguay y Venezuela, y que sólo supera a Perú y Colombia.

* Dentro de la reforma administrativa del sector público, se llama a lograr un plan de mejora de la calidad de gestión estatal. Se incluye una racionalización del personal, modificando los estatutos de los empleados públicos para asemejarlos a la ley de contrato de trabajo.

* Se debe fortalecer el ahorro público para reducir la volatilidad del crecimiento económico. La experiencia argentina sugiere que un aumento de 1 por ciento del PBI en el ahorro público aumenta el ahorro total en 0,7 por ciento del PBI. La austeridad fiscal es la esencia del crecimiento.

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