En total, fueron 45 los representantes de fondos y bancos de inversión que concurrieron ayer al encuentro con el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen. El encuentro se efectuó en las oficinas de Lazard Frères ubicadas en el Rockefeller Center en tono cordial. Hasta se habló del retorno del legendario grupo musical Simon & Garfunkel, después de muchos años de separación, en un concierto en el Madison Square Garden.
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Así es que no hubo escenas agresivas, como ya le tocó vivir a Nielsen recientemente en Buenos Aires y hace algún tiempo en Japón o en Italia.
La mayoría de los presentes representa a grandes grupos con tenencia de títulos argentinos que ya asumieron las pérdidas del default. Además, también participaron representantes de bonistas italianos (bajo la denominación de Task Force Argentina, que comanda Nicola Stock) y miembros de ABRA, la institución alemana que también agrupa a acreedores europeos.
Estos últimos no ven con malos ojos la propuesta presentada por el ABC (Argentine Bondholders Committee), pero se negaron a suscribirla: «Tenemos que preguntarles a nuestros asociados», se excusaron.
Los autores de la propuesta, que antes ya se la habían presentado en Washington a John Thornton, el encargado del caso argentino en el FMI, le explicaron a Nielsen el sentido de la presentación: «Tomando prácticamente todos los supuestos que presentaron ustedes, demostramos que se puede avanzar perfectamente con una quita de 35%».
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