En primer lugar, debe reducir la pauta de crecimiento del gasto público en 2009.
El año próximo, la recaudación de impuestos será bastante inferior a lo imaginado por el cóctel de menor crecimiento y caída en el precio de los granos.
Con llevar de 35% a 10% el incremento del gasto público, le queda margen para mantener un alto ahorro fiscal.
Se debe avanzar en un amplio plan contra la inflación.
Lo primero es darle total independencia al Banco Central y que diseñe un esquema de metas de inflación con manejo de las tasas de interés para cumplirlo (como Brasil).
Hay que lanzar rápidamente el canje de la deuda a bonistas en default.
Aun con el derrumbe de los mercados, estarán deseosos de tener un nuevo título, más líquido, que el que poseen hoy en cesación de pagos.
El INDEC, de gran relevancia en esta crisis, daría una inmejorable señal de cambio en el país.
Hoy, dólares que entran de balanza comercial se fugan rápidamente.
Hay margen de acción: cuanto antes se adopten medidas, menos sufrirá la economía.
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