21 de julio 2008 - 00:00

Nacionalizar Aerolíneas, nuevo tema hoy en la Rosada

El Salón Blanco albergará hoy a una multitud, todos dispuestos a celebrar el anuncio de la Presidente: la reestatización de Aerolíneas Argentinas. Con actos como el de hoy en la Casa Rosada el gobierno sigue intentando demostrar que conserva la iniciativa política en el país, y que no variará en nada su rumbo económico. La realidad es que esta reestatización es un presente griego al que el gobierno se arrastró solo y sin ayuda: además de la deuda, habrá de solventar una pérdida operativa mensual de u$s 30 millones. Por la mañana, los españoles Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual firmarán la capitulación en el despacho de Julio De Vido. En realidad, el documento es un acuerdo para determinar el valor de la empresay decidir si el Estado se la queda sólo por la deuda o se debe compensar también a los ex dueños con algún efectivo. Hoy estarán todos: gremialistas del sector aéreo y de otros gremios, cámaras de turismo, de hotelería y hasta gastronómicos. Todos convocados por ministros y secretarios. Irán, obvio.

Julio Alak y Cristina de Kirchner
Julio Alak y Cristina de Kirchner
El gobierno lanzará hoy en el Salón Blanco de la Casa Rosada el inicio oficial del proceso de transferencia de Aerolíneas Argentinas de los actuales controlantes al Estado. Cristina de Kirchner convocó a legisladores, gobernadores, intendentes, sindicatos y empresarios (ver nota aparte) para la firma del acuerdo con el que comienzan por un plazo de 60 días las auditorías que deben terminar con la transferencia precio acuerdo sobre la deuda de la empresa que, una vez más, el Tesoro argentino deberá soportar.

En el mismo acto, el gobierno anunciará que hoy mismo se enviará al Congreso el proyecto para que se apruebe la constitución del nuevo directorio de la empresa -con control estatal- y las actas de transferencia de Aerolíneas Argentinas.

«Vamos a requerir, como corresponde, la autorización a la Comisión Bicameral del Congreso. A partir del lunes, se elevará la solicitud correspondiente para que apruebe el directorio y las actas», dijo ayer Ricardo Jaime. Eso significa que entre mañana y pasado el gobierno visitará esa comisión para comenzar a debatir el proyecto que finalmente deberán debatir los recintos. Todo será a marcha forzada y a tiempo para cubrir las heridas que aún no cierran por la derrota en el Senado de la ratificación de las retenciones móviles.

Por eso, el gobierno avanza con este proyectocreyendo que, esta vez, no tendrá rechazo popular. Varias mediciones que ya llegaron a Cristina de Kirchner demuestran que existe opinión generalizada a favor de la reestatización de la empresa, cimentadas quizás en un proceso de privatización que arrancó mal con Carlos Menem y salvo algún descanso siempre fue para peor.

De ahí que sea la excusa ideal para cambiar de agenda e intentar dejar atrás la Resolución 125. Aerolíneas Argentinas, en ese sentido, tiene todos los ingredientes necesarios. Con la crisis en los vuelos y la mitad de la flota en tierra por falta de repuestos e inversión, es poco lo que la empresa pudo hacer hasta ahora para mejorar su imagen. En esto, el gobierno no tendrá demasiados enemigos por ahora.

El jueves pasado, el gobierno y el grupo español Marsans cerraron un acuerdo para transferir al Estado nacional la totalidad del paquete accionario de Aerolíneas Argentinas y Austral. Pero recién hoy ese acuerdo tendrá forma legal cuando se firme el inicio del «due diligence» que terminará con la vuelta al control estatal. Pero tanta euforia no significa que el proyecto vaya a tener un paso tranquilo por el Congreso. No puede asegurarse que el núcleoduro de diputados y senadores que la oposición consiguió reunir para rechazar las retenciones móviles vuelva ahora a votar unificado. Pero sí que habrá un fuerte debate sobre todo por la deuda de la empresa que el Estado deberá absorber, un nivel similar al que se tomó cuando se privatizó la empresa.

El radicalismo ya adelantó que estudiará en detalle el pedido que el gobierno argentino enviará al Congreso.

«Estamos alerta y analizaremos lo que mande el gobierno con atención. No se sabe bien qué se ha negociado. La situación de la compañía es preocupante», dijo ayer el jujeño Gerardo Morales, senador y presidente de la UCR.

El problema no es sólo la deuda, sino también quién quedará a cargo de la empresa: «En principio, deberíamos tener información acabada de la relación entre el Estado argentino y Marsans: niveles de responsabilidad, situación de los gremios, entre otras cuestiones», dijo Morales, «el gobierno le quiere regalar Aerolíneas a Ricardo Jaime».

El proyecto que el gobierno enviará al Congresollegará a manos de un opositor. Y nada menos que a un enemigo abierto de los Kirchner: el senador radical santacruceño Alfredo Martínez. Es el presidente de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones y ya adelantó que la oposición estará «atenta a maniobras que quiera imponer el gobierno».

«Se verá detalladamente lo que manda y se debatirá el futuro de la compañía con seriedad», dijo ayer Martínez.

Las acusaciones del jujeño Morales de ayer fueron un ejemplo de lo que le espera al proyecto en el Congreso: «Se ha iniciado, hace algún tiempo, una tarea de erosión en la empresa, primero apartaron a Antonio Mata, luego empezaron a presionar a los demás socios con la complicidad de algunos gremios y después pidieron la intervención de la Justicia, antes de llegar finalmente a un acuerdo para estatizarla. Es un proceso que no puede votarse a libro cerrado».

Subidos al triunfo contra el gobierno en las retenciones móviles, los radicales ahora van por más, asociados también en esto con la Coalición Cívica. Por eso a la batería de cuestionamientos sobre los números de Aerolíneas se suma que ya está presentado en Diputados un proyecto para crear una comisión para la « Investigación, el análisis, control, evaluación y seguimiento del conflicto que atraviesa Aerolíneas Argentinas».

Dejá tu comentario

Te puede interesar