El diferencial entre la cotización del peso argentino y el real frente al dólar se ha profundizado en las últimas semanas a favor de la moneda brasileña.
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Si bien esto no implica que haya mejorado la rentabilidad de las exportaciones brasileñas en detrimento de las argentinas, en el comercio bilateral se hace más barato vender productos brasileños en la Argentina que al contrario.
La apreciación que viene registrando el peso junto con la depreciación que sufre el real, acentuada en la última semana, han posicionado ayer el arbitraje entre ambas monedas en 1,132 real por cada peso (o 0,881 de peso por cada real).
Esta relación a comienzos del gobierno de Lula Da Silva se ubicaba apenas por debajo de la paridad de 1,1 real por peso. Pero la luna de miel de los mercados con el flamante gobierno petista de Lula llevó a la moneda brasileña a cotizar por debajo de 1 real por cada peso.
•Fluctuación
Desde fines de setiembre del año pasado la relación entre el real y el peso fluctuó en una banda de 1 a 1,1 real por peso, luego de haber estado entre 0,8 y 0,9 de real por peso antes de las elecciones brasileñas de octubre. De modo que la relación entre los tipos de cambio de ambos países muestra una ganancia de «competitividad» a raíz de la devaluación registrada en Brasil en 15 días de más de 10 por ciento.
De modo que si se confirman las proyecciones que apuntan a un dólar a 3 pesos en la Argentina y se mantiene el tipo de cambio en Brasil por encima de los 3,50 reales, surgirá una brecha de competitividad de más de 16 por ciento. Las medidas tomadas en los últimos dos días por el equipo económico brasileño pueden frenar el avance del dólar, al que los analistas ubican en torno de los 3,35 reales.
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