27 de diciembre 2005 - 00:00

Presiona más CGT: pide hoy por salarios y rebaja de impuestos

El titular de la CGT, Hugo Moyano, insistirá hoy para que el gobierno disponga una suba del nivel salarial a partir del cual se empieza a pagar el Impuesto a las Ganancias. Es fruto de sus «logros» a través de métodos como piquetes y bloqueos a empresas: obtuvo tantos aumentos de sueldo a sus afiliados que ahora deben pagar ese impuesto. La central obrera además pedirá que se reabra la discusión en el Consejo del Salario para debatir un nuevo incremento del sueldo mínimo. Estos temas serán planteados esta tarde por una comitiva sindical encabezada por Moyano ante la ministra de Economía, Felisa Miceli. Será el primer encuentro -al menos oficial- de la CGT con un titular del Palacio de Hacienda en los últimos años. El ex ministro de Economía Roberto Lavagna, que protagonizó varias polémicas con Moyano, siempre eludió las citas oficiales con los caciques gremiales (aunque de todos modos mantenía, con algunos, largas reuniones informales). Miceli, a pesar de que en la CGT la definen como «continuadora del proyecto Lavagna», eligió otra actitud. En el encuentro, al que los gremios concurren con una serie de reclamos pero con una actitud notablemente menos crítica que la que tenían ante Lavagna, también habrá presión para que se incrementen nuevamente las jubilaciones y los salarios de los estatales.

Felisa Miceli y Hugo Moyano
Felisa Miceli y Hugo Moyano
La cúpula de la CGT, encabezada por Hugo Moyano-, se reunirá hoy con la ministra de Economía Felisa Miceli para reiterar, una vez más, sus pedidos de elevar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y, en paralelo, reabrir la discusión salarial.

Ambos temas figuran de manera recurrente en la agenda sindical y esta tarde serán mencionados en la cita de los caciques con la titular de Hacienda. De todos modos, según confiaron ayer fuentes de la CGT, el planteo tendrá un tono moderado, «casi protocolar».

En realidad, el encuentro con Miceli será de «tanteo»; casi de observación. Es escaso el trato previo a su designación con la ministra -que celebranpero también, hombres con arrebatos de misoginia, en la CGT recuerdan que en el pasado no les fue sencillo convivir con ministras.

Eran otros tiempos, pero no hace tanto Patricia Bullrich, «La Piba», los incomodó hasta la furia. Por eso, tampoco es cuestión de festejar por anticipado: en definitiva, dicen en Azopardo, Miceli es «la continuidad de Lavagna» y para la mayoría Lavagna era mala palabra.

Por lo pronto, los puntos centrales que expondrán esta tarde ya fueron bochados por el gobierno. En rigor, a fines de noviembre, horas después de la caída de Roberto Lavagna, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, desoyó los reclamos de una delegación sindical.

•Argumento
 
Días después, el Congreso votó la prórroga de los impuestos sin modificar el mínimo de Ganancias, que se mantuvo en $ 1.835 para los solteros y $2.240 para casados. Inclusive, el abogado sindical
Héctor Recalde, diputado del FpV, votó en contra de lo que reclamaba la CGT.

En las oficinas de Azopardo argumentaban ayer que «su diputado», el laboralista Recalde, aprobó la prórroga sin modificaciones porque se incluyó una cláusula que establece que en un plazo no mayor a 120 días se revisará el mínimo no imponible.

Se trata de un artículo agregadoa última hora en la Ley de Presupuesto que crea un fondo especial, alimentado con el eventual superávit, para cubrir la baja de recaudación que derivaría de una futura elevación del mínimo que rige en Ganancias.

Con ese parche, el kirchnerismo logró que
José María Díaz Bancalari le aporte un puñado de votos del duhaldismo residual y que sindicalistas como Recalde, y también Francisco «Barba» Gutiérrez, puedan regresar a sus gremios protegidos por un escudo.

Gesto de caballeros o devolución de gentilezas por dejarlos franquear una puerta que durante la larga estadía de
Lavagna estuvo -para la mayoríaamurallada, la CGT llegará esta tarde, con actitud pacífica y cordial, a su primera cita con Miceli.

La comitiva, encabezada por
Moyano, será numerosa: José Luis Lingeri, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez, Juan Manuel Palacios, Omar Viviani, Juan Carlos Schmid, Vicente Mastrocola y Amadeo Genta reservaron butacas para el encuentro.

En épocas pasadas, más de uno compartió -invitado por
Luis Barrionuevo-cenas y sobremesas con Lavagna mientras Moyano entrenaba su garganta contra el ministro y se entendía, como viejos socios, con el titular de Planificación y rival del despedido, Julio De Vido.

Pero esta tarde, a la hora del té, se presentarán ante
Miceli y sólo para cumplir repetirán el salmo de que el aumento salarial no genera inflación y que, como el gobierno, también para la CGT el incremento de precios es la principal obsesión para 2006.

Bajas expectativas, entonces, sobre el debut con la ministra. Ni siquiera tienen previsto referirse a la reforma de la ley de ART ni, tampoco, al incremento de las asignaciones familiares.

• Referencia

Sí, en cambio, se pautó deslizar una referencia sobre el pedido de aumento a jubilados. Es, de algún modo, funcional al gobierno: días atrás, Néstor Kirchner anunció que en 2006 habrá una recuperación de los ingresos para los sectores de la tercera edad.

El último punto que ayer, a mano alzada, se bosquejó en la CGT para el encuentro con Miceli refiere a los estatales. En el Presupuesto 2006 no hay previsiones para otorgar aumento a los empleados públicos, pero
Andrés Rodríguez, de UPCN, tiene previsto elevar el pedido de su gremio.

La semana pasada,
Pablo Micheli, de ATE, actuó como vocero oficioso del gobierno cuando, luego de reunirse con la titular de Economía, aseguró que a partir de marzo el gobierno otorgará un incremento a los empleados estatales. Nadie lo refutó y Rodríguez buscará hoy una confirmación.

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