12 de febrero 2004 - 00:00

Prevén resistencia para el nuevo bono indexado

E l autor intelectual de la idea de emitir bonos atados a la evolución del PBI aseguró que los inversores todavía «tienen muchas reservas» respecto a cómo puede funcionar este tipo de instrumento. Se trata de Eduardo Borensztein, un argentino que hace más de veinte años es investigador del FMI, quien explicó que el éxito en la colocación de estos títulos dependerá del «incentivo real que decida darle el gobierno para que tenga mayor aceptación entre los bonistas».

Borensztein escribió junto con su colega en el Fondo, Paolo Mauro, un «paper» respecto del funcionamiento de los bonos indexados. El año pasado estuvo cinco meses en Buenos Aires colaborando con el equipo económico para diseñar este novedoso título. Y ahora el ministro de Economía, Roberto Lavagna, le aseguró al FMI que una de las propuestas de la reestructuración pasará por bonos cuyo rendimiento está atado a la evolución del crecimiento económico, confirmando los lineamientos de la propuesta presentada en Dubai.

•Explicación

En diálogo con Ambito Financiero, desde su oficina del FMI en Washington, Borensztein explicó que uno de los inconvenientes de este tipo de instrumentos pasa por la credibilidad de las cifras oficiales, en este caso relativas al PBI: «Una solución, que ya encontraron otros países para este tipo de estructuras sería tomar el índice elaborado por una institución privada que goce de amplio prestigio», aseguró.

Un problema central que tiene este tipo de títulos es que para algunos ahorristas puede parecerse más a una acción. «En general, quienes se vuelcan al mercado de bonos quieren cobrar una renta conocida y no especular con ganar más o menos según la marcha del país».

Claro que, del otro lado, podría transformarse en un instrumento interesante para quienes buscan algo más de riesgo, pero en vez de ingresar en el mercado de acciones optan por este bono. «La ventaja es que en vez de elegir por una acción determinada, aquí estarías apostando de manera global a la marcha positiva de la economía debido a que se aplica el ajuste por el PBI.»

El funcionamiento del bono indexado por PBI sería el siguiente: se fija un nivel determinado de evolución del Producto para el futuro (por ejemplo 4% anual). Los años que la actividad sube respecto de ese nivel el país paga un mayor cupón de intereses y cuando está por debajo se reduce ese pago respecto al nivel estándar. «Esto mantiene el ratio de deuda sobre PBI constante, evitando que se tomen medidas impopulares de mayor ajuste en un momento de caída de la economía.»

Justamente, éste fue uno de los p r o bl e m a s que sufrió la Argentina a fines de los '90: pese a que el PBI caía, el pago de intereses de la deuda se fue multiplicando hasta transformarse en insostenible. Existen varios países que en los últimos años emitieron bonos cuyos pagos se indexaban de acuerdo con la evolución de determinadas variables atadas a la marcha de la economía. Estos son algunos ejemplos:

• México emitió títulos cuyo pago dependería del precio del petróleo.

• En Chile, varias empresas hicieron lo mismo con bonos indexados por el precio del cobre.

• Costa Rica, Bulgaria y Bosnia emitieron deuda con un componente de indexación por PBI. Pero el mecanismo es distinto del que se quiere aplicar a la Argentina. Bulgaria, por ejemplo, propuso en un título emitido a mediados de los '90 que los pagos adicionales de intereses se produzcan una vez que el país superase en 25% el nivel del PBI de 1993. En ese escenario, los inversores tenían derecho a 0,5% adicional por cada 1% de intereses pagado.

«Es clave -señaló Borenszteinque el pago de intereses por encima del nivel ya fijado cuando el PBI crece por encima del nivel establecido sea lo suficientemente atractivo para atraer a los inversores.»
Según su visión, la ventaja que tiene el gobierno argentino es que, al tratarse de una reestructuración, «hay margen para ofrecer productos novedosos».

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