Las empresas de telecomunicaciones deberán depositar mensualmente 1% de su facturación para constituir el fondo fiduciario del servicio universal, destinado a llevar la prestación a zonas o grupos no rentables.
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La medida incluye a Telefónica, Telecom, las empresas de telefonía celular y las prestadoras entrantes que ingresaron desde 2000 en el mercado de larga distancia.
Así lo estableció la Resolución 80 de la Secretaría de Comunicaciones publicada ayer en el Boletín Oficial, que dispuso que las empresas deben abrir las cuentas e iniciar los depósitos dentro de los primeros 10 días corridos del mes siguiente al período devengado, de acuerdo con sus ingresos actuales en formamensual, desde julio. La obligación de las telefónicas de aportar 1% de sus ingresos fue establecida por el Decreto 764 de 2000, que fijó las condiciones para la desregulación del mercado. La primera cuota debió integrarse en enero de 2001, pero se postergó por falta de reglamentación. Recién ahora se reflota, pero todavía sin que queden definidos los mecanismos del sistema.
De esta forma, se empezaría a recaudar sin saber cómo se decidirá el destino de los fondos ni cómo se instrumentará. Quedará para que lo resuelvan en el futuro la Secretaría de Comunicaciones y el organismo de control.
Según el decreto original, las empresas pueden descontar de su aporte las inversiones dirigidas a cubrir el servicio universal, sin que tampoco se determine cuáles serán las obras que se tomarán en cuenta.
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